Nos vemos en Alaska: Trump y Putin se citan el próximo 15 de agosto con la paz en Ucrania como telón de fondo
Ya hay fecha para el reencuentro de ambos mandatarios. El inquilino de la Casa Blanca asegura que Kiev tendrá que ceder territorio, pero Volodímir Zelenski niega la mayor y rechaza tal propuesta.

Alaska, 15 de agosto. Dos hombres y un importante destino. Ya hay fecha para una reunión, convertida en cumbre, que pretende marcar el devenir de la guerra en Ucrania. Mucho ha llovido y ha pasado desde la última vez que Donald Trump y Vladimir Putin se vieron las caras. Fue en junio de 2019, en medio de una cumbre del G20 en Japón, durante el primer mandato del líder republicano.
Parecía cuestión de tiempo y casi siete meses después de regresar a la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos volverá a estrechar la mano e intercambiar opiniones, frente a frente, con el líder de Rusia. Lo que está claro hasta el momento es que no será un encuentro fácil para ninguno de los dos.
Aunque es un acercamiento importante, con el que el Kremlin parece dispuesto a sentarse en la mesa de negociación para poner fin a la guerra en Ucrania, las propuestas que se van conociendo por parte de Washington no parecen convencer ni un poco a Kiev.
15 de agosto
Era cuestión de tiempo y solo faltaba la fecha y el lugar. Donald Trump ha sido el encargado de dar a conocer este viernes que se encontrará con su homólogo ruso en Alaska el próximo 15 de agosto.
"La tan esperada reunión entre mí, como presidente de los Estados Unidos de América, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, tendrá lugar el próximo viernes 15 de agosto de 2025 en el Gran Estado de Alaska. Próximamente se ofrecerán más detalles. Gracias por su atención", ha señalado en Truth Social.
Solo falta conocer, precisamente, lo que Trump indicaba al final de su mensaje, los detalles del encuentro. Qué puntos se repasarán y cuáles serán las propuestas que estarán sobre la mesa para poner fin a la guerra en Ucrania.
Yuri Ushakov, portavoz del Kremlin, ha confirmado, según ha recogido la agencia de noticias Tass, que "la parte estadounidense acaba de anunciar un acuerdo para organizar una reunión entre los presidentes de Rusia y Estados Unidos, Vladimir Putin, y Donald Trump, el viernes 15 de agosto en Alaska".
Alaska, territorio 'neutral'
No parece casualidad que el lugar escogido para la reunión entre Trump y Putin sea Alaska. Con unas relaciones todavía algo frías entre ambos mandatarios, sobre todo tras los aranceles que el inquilino de la Casa Blanca aplicó a India por la compra de petróleo ruso, la tensión por la situación de la guerra en Ucrania ha acercado posturas- al menos para sentarse juntos- entre ambos mandatarios.
De los 31 grados previstos en Washington para el próximo viernes y los 22 grados que el mercurio registrará en Moscú, la cumbre de Alaska se celebrará con los termómetros en los 18 grados. Y es precisamente eso, la temperatura, lo que puede ser clave en el encuentro.
Pese a que Alaska pertenece a Estados Unidos, hay una intrahistoria detrás de este territorio. Fue Rusia la que se lo vendió al país norteamericano en el año 1867. De hecho, Yuri Ushakov ha explicado en un comunicado de Telegram que "Alaska y el Ártico también son puntos de encuentro de los intereses económicos de nuestros países". "Existen perspectivas de proyectos a gran escala y mutuamente beneficiosos", ha razonado.
Por si había alguna duda de que el encuentro era para abordar de lleno la búsqueda de un acuerdo de paz en Ucrania, el asesor del Gobierno de Putin ha revelado que ambos presidentes "se centrarán sin duda en debatir las opciones para lograr una solución pacífica de largo plazo a la crisis ucraniana".
"Rusia y Estados Unidos son vecinos cercanos y comparten frontera. Y parece totalmente lógico que nuestra delegación simplemente cruce el estrecho de Bering y que una cumbre tan importante y esperada entre los líderes de ambos países se celebre en Alaska", ha destacado.
Trump avanza una propuesta y Zelenski la rechaza
Aunque se desconocen los detalles exactos, Trump ya ha dado muestra de algunas de las ideas que pondrá sobre la mesa en la reunión con Putin. El mandatario norteamericano ha explicado este mismo viernes que están "contemplando recuperar parte e intercambiar parte", entre Rusia y Ucrania.
"Es complicado, pero vamos a recuperar parte y vamos a intercambiar otra. Habrá un intercambio de territorios para conveniencia de los dos, hablaremos sobre ello más tarde o mañana", ha asegurado el líder republicano.
Horas después, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha reaccionado a las intenciones del inquilino de la Casa Blanca en un comunicado. Lo ha hecho, rechazando por completo cualquier cesión de territorio para Rusia.
"No recompensaremos a Rusia por lo que ha perpetrado. El pueblo ucraniano merece la paz. Pero todos los socios deben comprender lo que es una paz digna", ha defendido el mandatario.
De hecho, Zelenski ha reclamado a Trump que no se tomen decisiones sin contar con Ucrania. "Ucrania está lista para tomar decisiones reales que traigan la paz. Cualquier decisión en nuestra contra, cualquier decisión sin Ucrania, es al mismo tiempo una decisión contra la paz", ha expresado.
El presidente ucraniano considera que las negociaciones sin Kiev "no lograrán nada" y serán "fallidas". "Son decisiones inviables. Y todos necesitamos una paz real y genuina. Una paz que la gente respete", ha indicado.
Es cierto que las únicas reuniones en las que representantes rusos y ucranianos han participado, en Estambul, solo sirvieron para alcanzar acuerdos sobre intercambios de rehenes. Pero el Gobierno de Zelenski considera una "prioridad" que haya una reunión con Putin, para pasar a la fase final de las negociaciones de paz.
La realidad es que las posiciones entre Ucrania y Rusia siguen siendo muy opuestas. Trump, como ha hecho con Azerbaiyán y Armenia este mismo viernes, busca sacarse la foto como 'el pacificador'. Mientras incluye su agenda su primer cara a cara con Putin en seis años, aleja a Ucrania de unos planes para Kiev de cesión de territorios que, por el momento, no parecen tener un gran futuro.
