Portugal asiste atónita al caso del diputado de ultraderecha detenido por robar maletas en el aeropuerto
Miguel Arruda, uno de los principales alborotadores de Chega en el Parlamento, es el protagonista de uno de los escándalos más vergonzosos de los últimos años.

El partido ultraderechista Chega, cuya retórica implacable en contra de la corrupción y las "elites" hizo que rompiese el tablero político luso en las elecciones legislativa, ha sido el protagonista esta semana en Portugal de uno de los escándalos más vergonzosos que se recuerdan en la política portuguesa. A Miguel Arruda, uno de los diputados polémicos de la formación ultra en el Parlamento, ha sido detenido acusado de "hurto cualificado" tras ser acusado de robar maletas en los aeropuertos de Lisboa y Ponta Delgada. Delitos por los que ha abandona el partido, aunque mantiene su escaño como independiente.
El caso, sin embargo, ha puesto en evidencia la contradicción entre el discurso moralista de Chega y las actuaciones de sus representantes, según los medios portugueses, en lo que se cuenta que las cámaras de los aeropuertos de Lisboa y Punta Delgada, en Azores, captaron a Miguel Arruda robando las maletas de otros pasajeros en la cinta de equipajes. La policía lo interceptó este martes en el aeropuerto de la capital portuguesa. Durante la operación, el diputado llevaba consigo varias maletas sospechosas, mientras que en un registro de su residencia lisboeta, la policía portuguesa encontró más equipajes y objetos de dudosa procedencia.
Miguel Arruda, elegido diputado por la circunscripción de Azores, residía entre las islas y Lisboa, lo que hacía que tuviese que tomar constantes vuelos, circunstancia que se cree que aprovechaba para sustraer maletas de los otros pasajeros en el aeropuerto. Viajaba con una maleta grande en la que, según los investigadores, escondía los objetos robados. El Departamento de Investigación y Acción Penal de Lisboa (DIAP) le seguía la pista a los robos que ahora atribuyen a Arruda desde noviembre, cuando recibieron las primeras denuncias y que, de llegar a juicio, se expone a una pena de hasta cinco años de prisión.
El líder del partido ultra Chega, André Ventura, que ha tratando de marcar distancias con el escándalo que deja tocada la imagen de la formación, que ha colocado la lucha contra la corrupción uno de sus estandartes, le exigió a su diputado que diera explicaciones tan pronto como salió a la luz el caso. Fue el martes, cuando lo adelantó el diario portugués Público. "Como ha quedado de manifiesto de forma notoria, esas explicaciones no se han dado y ante este escenario, como presidente del partido, no dispongo de las condiciones para permitir que el diputado continúe en funciones", señaló el presidente del partido de ultraderecha, quien apuntó que desde el partido se planteó suspender la labor de Arruda como diputado hasta que culminaran sus investigaciones aunque, finalmente, ha optado mantener su escaño, pero como independiente.
Mientras tanto, Miguel Arruda defiende su inocencia. De hecho, ese ha sido uno de los argumentos que ha utilizado para justificar su permanencia en el Parlamento de Portugal, en donde se le conoce por llamar criminales continuamente a los diputados del partido socialista. "No hay delito ni ninguna maleta robada", aseguró Arruda ante los medios, que no duda en calificar las acusaciones como "un absurdo". Pero las pruebas de las cámaras de seguridad y los registros policiales dibujan un panorama difícil de sostener.