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'Prácticamente intactas': los informes de Inteligencia del golpe a Irán no son 'fake news', son malas noticias para Trump

'Prácticamente intactas': los informes de Inteligencia del golpe a Irán no son 'fake news', son malas noticias para Trump

La 'operación Martillo de Medianoche' para bombardear el programa nuclear en las instalaciones subterráneas de Fordó -Fordow- no habría destruido un solo gramo de uranio enriquecido, según una exclusiva de 'The Financial Times', y en sintonía con el primer informe de la Inteligencia estadounidense filtrado. Tras la 'guerra de los 12 días' la Casa Blanca libra ahora la guerra del relato.

Imágenes satelitales retratan el antes y el después de los bombardeos estadounidenses en Fordow, instalación clave del programa nuclear iraní.MAXAR TECHNOLOGIES/Handout via REUTERS

Primero declaración seria ante atril con un aura de película de Hollywood patrocinada por el Departamento de Defensa de EEUU. Luego, mensajes de llamada a la calma y a una paz forzada a base de bombarderos furtivos de última generación y bombas antibúnker tan exclusivas como potentes. Pero la última mutación del discurso y declaraciones de la Administración Trump sobre la 'operación Martillo de Medianoche' -con la que entró en el conflicto iniciado por Israel contra el programa nuclear iraní- pasa ya por descalificativos, exasperaciones y muchos ataques furibundos... a la prensa.

En teoría, la Casa Blanca vive uno de sus mejores momentos reputacionales tras el golpe a las tres principales instalaciones nucleares de Irán, después de lograr forzar una tregua aún a pesar de tener que haber dado un toque de atención a su aliado Israel, pero, sobre todo, tras lograr que los países miembro de la OTAN comprometan una subida del gasto en Defensa hasta el 5% en 2035 -con las dudas de la viabilidad de lograrlo realmente y con el rechazo de España-. Pero Trump también lleva días enfrentando un serio problema, el de que el supuesto éxito de su bombardeo contra Irán no haya sido tan exitoso como se ha venido proclamando. 

"Malas personas con malas intenciones" y "noticias falsas" o, si quedaba alguna duda, "me refiero concretamente a ustedes, la prensa, porque se oponen tan vehementemente a Trump. Parece estar en su ADN y en su sangre: oponerse a Trump porque quieren que no tenga éxito, tanto que incluso se oponen a la eficacia de estos ataques, tienen que esperar que tal vez no hayan sido efectivos". Son palabras del propio secretario de Defensa, Peter Hegseth, cuyo anterior trabajo fue el de... presentador de televisión y comentarista político de la derechista Fox News. "Deberían ser despedidos de inmediato", añadió después Trump, sobre profesionales de The New York Times o CNN, en uno de sus habituales mensajes en Truth Social, es decir, abusando de exclamaciones y mayúsculas.

Los informes de Inteligencia que apuntan a un 'bluf' militar de la Administración Trump

Esa retahíla de ataques en plena rueda de prensa conformaban la respuesta del secretario de Defensa a un informe preliminar de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) sobre los resultados del bombardeo a Fordó -Fordow-, Nantaz e Isfahán, si bien el que está en el centro de la diana, por su magnitud y por el armamento utilizado, fue el de Fordó, unas instalaciones subterráneas excavadas en el corazón de una montaña donde Irán guardaba buena parte de las centrifugadoras con las que enriquece el uranio para su programa nuclear y que EEUU atacó con bombarderos B-2 Spirit armados con 14 bombas antibúnker GBU-57.

Según Tel Aviv, y posteriormente Washington respaldando sin mostrar prueba alguna, Teherán ya contaba con suficiente uranio enriquecido para fabricar hasta una decena de bombas nucleares, una acusación que se ha venido repitiendo en las últimas décadas con el matiz de la inminencia. El gran argumento para dar ese paso, una escalada sin precedentes en la región, era que había que acabar cuanto antes con la tecnología -según Irán, 3.000 centrifugadoras- y el supuesto uranio enriquecido almacenado en Fordó. Pero ese informe de la Inteligencia estadounidense apuntaba a lo contrario.

"Se han ganado unos meses, poco más"
Informe preliminar de la Inteligencia de EEUU, sobre el ataque a Fordó

Tras haber anunciado el mismísimo Trump la "destrucción total" del programa nuclear, el informe preliminar mostró una imagen distinta. "El programa se ha ralentizado, pero no se ha destruido", sugiere el documento filtrado de la DIA, que apunta a que hubo más 'medianoche' que 'martillo' en la operación: "No se ha tocado el uranio enriquecido, las centrifugadoras están casi todas en su sitio y las infraestructuras clave, las que realmente le permiten fabricar una bomba atómica, no se ha destruido. Irán ha perdido capacidad, sí, pero no la suficiente como para decir que su programa ha quedado inutilizado. Se han ganado unos meses, poco más". 

En ese informe de la DIA también se concretaba que "harían falta días o semanas de continuos bombardeos" para penetrar en Fordó. Eso en cuanto al ataque a esa planta, porque tampoco los otros dos golpes habrían surtido el efecto deseado para la, según Hegseth, "la operación militar más compleja y secreta de la historia". En Nantaz, la mayor planta de enriquecimiento y donde se estima que hay capacidad para más de 50.000 centrifugadoras, no se habrían alcanzado los túneles clave, a pesar de ser la más golpeada.

A este análisis se sumaba el jueves un nuevo mazazo reputacional, pero a través de los informes preliminares  de la Inteligencia de países europeos, en una exclusiva que publicó The Financial Times. Según los distintos reportes de dichos servicios, el fracaso de EEUU habría sido aún mayor porque "las reservas de uranio altamente enriquecido de Irán permanecen prácticamente intactas", tal y como declararon dos funcionarios al citado rotativo.

Y apuntan a la gran pregunta tras este conflicto. ¿Qué ha pasado con los supuestos más de 400 kilos de uranio enriquecido que se estima que posee Irán? Según esa información, no estaban concentradas en la planta de Fordó cuando se produjo el ataque estadounidense y fueron sacadas y distribuidas en distintos puntos a lo largo del territorio iraní, tras el primer ataque de Israel. El propio Trump ya se ha pronunciado sobre esta posibilidad en una publicación en Truth Social: "No se sacó nada de las instalaciones. ¡Tardarían demasiado, sería peligroso y muy pesado y difícil de mover!". Con todo, en ese informe, y a la espera del documento completo sobre el alcance a Fordó, el inicial sugiere que hay "daños extensos, pero no destrucción estructural total".

De la 'guerra de los 12 días' a la guerra del relato

Tras la primera filtración, las acusaciones de que en esta hubo mano demócrata brotaron -el propio Trump acusó- y distintos medios publicaron que la Casa Blanca tenía planes ya para limitar el intercambio de información clasificada con el Congreso, pero es que la propia CIA salió a corregir ese informe -la DIA es una organización paralela-. Contradiciéndolo por completo. 

"La CIA puede confirmar que un conjunto de información fidedigna indica que el programa nuclear iraní ha resultado gravemente dañado por los recientes ataques selectivos", explicó John Ratcliffe, el nuevo director nombrado por Trump. Explicó esa diferencia en que había surgido "nueva información de una fuente y un método históricamente fiables que indican que varias instalaciones nucleares iraníes clave fueron destruidas y que deberán reconstruirse a lo largo de los años".

El viernes, la Casa Blanca continuaba vendiendo el éxito del 'Martillo de Medianoche' con una rueda de prensa en la que participó el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Dan Caine, asegurando que esta operación recoge 15 años de preparativos para destruir las capacidades atómicas de Irán. Era inevitable que no surgiesen las preguntas sobre los informes que ponen en entredicho la campaña militar. "Si quieren saber qué está pasando en Fordó, mejor vayan y consigan una pala grande, porque no hay nadie ahí abajo ahora mismo", replicó Pete Hegseth, tras hablar otra vez de "fake news".

De forma paralela, pero no en EEUU, sino en su mayor aliado en la región, el Ejército de Israel contribuía también a ahondar en la idea de una Irán con un programa nuclear devastado. Las IDF han hecho un balance de su 'operación Rising Lion' en el que han enumerado los objetivos destruidos. Desde baterías de misiles a edificios estratégicos como aeropuertos o centros de investigación, pasando por una decena de científicos y numerosos altos mandos militares. Pero también dejaron una afirmación clave. Se habrían causado "daños graves" en las instalaciones del programa nuclear con bombardeos que destruyeron "miles de centrifugadoras".

Habrá que esperar tiempo para conocer los pormenores y los daños reales que han causado estos 12 días en los que el mundo contuvo la respiración. Pero sí está claro que de momento, y una vez más, creerse si la montaña se ha movida vuelve a ser una cuestión de fe. 

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Antón Parada es redactor de actualidad en El HuffPost. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Antes de llegar aquí trabajó cinco años en La Voz de Galicia y pasó por los micrófonos de Radio Voz.

Puedes contactar con él escribiendo a: anton.parada@huffpost.es