Rusia se burla de la UE por el acuerdo comercial firmado con Trump
El actual ministro de Exteriores y el expresidente del país no reparan en críticas a la Unión Europea por aceptar las condiciones de Trump y adelantan los potenciales riesgos para Bruselas.

Rusia no pierde oportunidad de hacer leña del árbol caído, especialmente cuando de la Unión Europea se trata. El ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, y el antiguo presidente ruso y hoy vicepresidente del Consejo de Seguridad, Dmitri Medvedev, han dejado caer que el acuerdo comercial entre EEUU y UE será un problema para la Europa de los Veintisiete.
Este lunes, horas después de confirmarse el pacto arancelario el 15% firmado entre Donald Trump y Ursula von der Leyen en Escocia, el jefe de la diplomacia rusa ha querido añadir que ve "perjudicial" para Europa el acuerdo. De hecho, lo ve tan negativo que Moscú no tiene "necesidad de analizarlo siquiera".
Para Lavrov "Es evidente que los recursos energéticos estadounidenses serán mucho más caros que los rusos, que este enfoque conducirá a una mayor desindustrialización y a la fuga de inversiones de Europa hacia Estados Unidos".
Sus palabras han sido complementadas, en un tono incluso menos diplomático, por Medvedev, habitual 'portavoz' de palabras gruesas hacia Occidente. El que fuera antiguo jefe de Estado considera que el acuerdo es "totalmente humillante para los europeos".
El político ruso considera que "solo beneficia a EEUU al dejar desprotegido el mercado europeo y eliminar los aranceles a los productos estadounidenses". Más allá, "genera enormes costes adicionales para la industria y la agricultura en muchos países de la UE, derivados de la necesidad de pagar la costosa energía estadounidense". Y como tercer punto, coincidente con Lavrov, adelanta que el acuerdo "desvía un flujo masivo de inversión de Europa a Estados Unidos".
Ironizando, pero con unas metáforas nada sutiles, Medvedev ha llegado a escribir en su Telegram que ahora mismo los ciudadanos europeos "probablemente deberían estar asaltando Bruselas para ahorcar a todos los comisarios de la UE, incluida la vieja bruja loca Ursula [von der Leyen]... No serviría de nada, pero al menos sería divertido" remató.
