Rusia usa su flota en la sombra para alertar de que está lista para una guerra contra Occidente
Europa ha activado las alarmas.

Vladímir Putin trata de proteger a su flota en la sombra. Después del episodio de tensión en Estonia hace dos semanas, cuando uno de sus aviones de combate sobrevoló el espacio aéreo de la OTAN, Europa activó las alarmas.
En declaraciones recogidas por el medio Lrytas, Elisabeth Braw, científica principal del Atlantic Council, confirma que "Rusia ha cruzado el Rubicón y demuestra que su flota en la sombra es lo suficientemente importante para el Kremlin". Aun así, "Moscú no parece preocupado por los riesgos".
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov reveló que "el despliegue del avión era una señal de que Rusia respondería estrictamente a las amenazas" y advirtió con "tomar todas las medidas" para evitar "la piratería".
Asimismo, uno de los asesores más cercanos al presidente Putin, aseguró a los medios rusos, en unas palabras recogidas por el medio, que "los exaltados en Londres o Bruselas deben entender esto perfectamente". Además, agregó que los esfuerzos occidentales para bloquear los barcos rusos están comenzando a parecerse a un "bloqueo naval".
De acuerdo a la información difundida, la flota en la sombra es "crucial" para la economía rusa. La mitad de sus productos petrolíticos son transportados por mar, y desde 2022, principalmente sin bandera y sin seguro. Por ello, "las sanciones están empezando a dar frutos". Un estudio del Centro para la Investigación de Energía y Aire Limpio "muestra que la proporción exportada ha caído un 53%".
En este sentido, "la capacidad de Occidente para interceptar a los petroleros rusos es limitada". La flota de Estonia, por ejemplo, sólo cuenta con 8 buques. Su ministra de Exteriores, Margus Tsahnna, en declaraciones también consultadas por el digital, explicó que "el control de la flota en la sombra no es sólo una cuestión de seguridad marítima, es un golpe al corazón de las operaciones militares rusas".
"Los analistas advierten que el mar Báltico se está convirtiendo en un escenario cada vez más peligroso para los combates", reza la publicación. "Los barcos rusos pueden agravar aún más la situación, interrumpiendo las comunicaciones, activando los radares de orientación o simplemente bloqueando el abordaje", agrega.
Tom Sharpe, exoficial de la Marina Británica, revela en el diario británico The Telegraph que el problema no desaparecerá pronto. "Esta es una cuestión muy compleja dado el tamaño del océano, el número de nuestros buques y sus barcos a la sombra, y el hecho de que somos persistentes en seguir las reglas", concluyó.
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