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Un experto lanza una alerta por la región de Europa que se está quedando atrás mientras el resto se arma: "El problema es la falta de experiencia"

Un experto lanza una alerta por la región de Europa que se está quedando atrás mientras el resto se arma: "El problema es la falta de experiencia"

La incierta situación internacional obliga a los países del sur de Europa a reconsiderar su enfoque de larga data en materia de defensa.

Tropas Bersaglieri del Ejército Italiano en Roma, Italia.Antonio Masiello/Getty Images

La incierta situación internacional obliga a los países del sur de Europa a reconsiderar su enfoque de larga data en materia de defensa. El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha reavivado el debate sobre la necesidad de rearmarse. Estados Unidos ha redoblado la presión para que los europeos incrementen el gasto militar más allá del 2% del PIB pactado en la OTAN, incluso hasta el 5%.

Este es un límite que está aún lejos para muchos países de la Alianza. Sin embargo, si observamos el gasto de los países del sur de Europa, este límite parece particularmente inalcanzable. Portugal gastó en defensa en 2024 el 1,55% de su PIB, Italia el 1,49% y España tan solo el 1,28%. De la región del sur de Europa, sólo Grecia destaca tradicionalmente con más del 3%.

El analista de seguridad italiano Matteo Mazziotti di Celso, que trabaja en el Centro Studi Geopolitica y en la Universidad de Génova, ha explicado al medio Seznam Zprávy que estos países comparten "una cultura pasiva". El problema es la falta de experiencia más que de dinero, cree el experto. 

"A ambas naciones no les gusta ver soldados en las calles y gastar dinero en defensa", ha agregado, citando las razones de la moderación italiana y española. "En el pasado, tuvimos un enorme problema con las Fuerzas Armadas", ha señalado, en referencia a las experiencias de la Segunda Guerra Mundial y del franquismo en España. 

Estos países comenzaron a reevaluar su tibio enfoque hacia la defensa en respuesta a la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 y al aumento del objetivo de la alianza al actual 2% del PIB. En ese momento, comenzaron a aumentar gradualmente sus presupuestos de defensa en masa y comenzaron a esforzarse por lograr una mejora general en la calidad del ejército.

Tras el lanzamiento de la invasión rusa a gran escala en Ucrania en febrero de 2022 y ahora tras el regreso de Trump, la situación se ha vuelto aún más aguda. Incluso dentro de la Unión Europea se escuchan peticiones de una mayor defensa, y crece la presión, especialmente desde Europa del Este, para que el continente invierta más en defensa.

El ministro español de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, aseguró la semana pasada ante el secretario del Tesoro de EEUU, Scott Bessent, que España cumplirá con el compromiso ante la OTAN de invertir al menos un 2% de su PIB al gasto en defensa, pero también abogó por ampliar el concepto de seguridad.

"Hemos puesto sobre la mesa los argumentos que ha puesto el presidente del Gobierno (Pedro Sánchez), señalando que no solo hablemos de defensa, sino que ampliemos el concepto de seguridad. Para un país como España los elementos relacionados con la ciberseguridad, por ejemplo, son elementos fundamentales", dijo ante la prensa.

La segunda razón de la moderación defensiva de Italia y otros países del sur de Europa es, según apunta el medio checo, una percepción diferente de las amenazas. "España, Italia, Francia, Grecia, Portugal... la mayoría no considera a Rusia como la principal amenaza para su seguridad. Identifican la inmigración, la seguridad económica, la proliferación de armas de destrucción masiva, etc.", ha explicado Mazziotti.

Según él, esto se nota probablemente más en Italia, que es el que avanza más lentamente en el fortalecimiento de su defensa. "La población es muy escéptica ante la idea de ver a Rusia como una gran amenaza para nuestra seguridad", ha afirmado.