Una oveja discapacitada aprende a conducir un carrito eléctrico hecho a su medida
Se llama Kiki y cuenta con algunos problemas de movilidad.

En un santuario de animales en Dartmouth, Massachusetts, Kiki, una oveja nacida con algunas limitaciones físicas, se desplaza gracias a un carrito motorizado adaptado. El animal llegó al mundo con problemas graves de movilidad: las articulaciones de sus patas estaban fusionadas y su columna afectada, debido a que su madre contrajo el virus del Valle de Cache durante el embarazo. Incapaz de caminar, fue rechazada al nacer, hasta que el santuario Don’t Forget Us, Pet Us la acogió con apenas 11 días de vida.
Durante meses se intentaron terapias de todo tipo —fisioterapia, láser, quiropráctica e incluso cirugía—, sin éxito. Sin embargo, cuando notaron que podía mover juguetes con la cabeza, a los voluntarios del centro les surgió una idea: si podía hacer eso, quizá también podría manejar una palanca de dirección, tal y como informa The Telegraph.
Con la ayuda de voluntarios y especialistas en sillas de ruedas, consiguieron adaptar una base motorizada y colocarle un cochecito de carga con los mandos ajustados a la medida de su cabeza. La primera vez que Kiki subió al vehículo lo entendió al instante y rápidamente movió la palanca con la cabeza y avanzó por sí misma.
Desde entonces, la oveja conduce su carrito a todas partes. Come, escucha música, mira películas de Disney y hasta ha participado en actividades de kayak. Pero lo más importante es su trabajo, ya que visita escuelas con niños con diferentes discapacidades, quienes son animados por el animal e incluso se ven reflejados en él.
