Venezuela revoca las concesiones de Iberia y otras cinco aerolíneas por "sumarse a las acciones de terrorismo" de EEUU
La decisión coincide con el aumento del operativo militar estadounidense en el Caribe, con maniobras de B-52 y nuevos puntos de apoyo en República Dominicana.

El Gobierno de Nicolás Maduro ha retirado este miércoles las concesiones de vuelo a Iberia, TAP, Avianca, Latam Colombia, Turkish Airlines y Gol tras acusarlas de “sumarse a las acciones de terrorismo” de Estado promovidas por Estados Unidos y cancelar “unilateralmente” sus rutas hacia y desde Venezuela. La decisión figura en una comunicación del Ministerio de Transporte y del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC), que da por roto el margen de 48 horas que Caracas había fijado para que estas compañías retomaran sus operaciones.
Ese plazo, que venció al mediodía en Venezuela, ha alimentado la incertidumbre entre los pasajeros afectados y mantenía a la espera a la propia industria, pendiente de que el Gobierno aclarase si ejecutaría finalmente la revocación de los “permisos de vuelo permanente”. Hasta ahora, solo Cabello había hablado públicamente. El ministro de Interior y número dos del chavismo defendió la medida con un mensaje contundente: “Venezuela decide quién vuela y quién no sobre este territorio”. Y remató: “Si en 48 horas ustedes no reanudan los vuelos, no los reanuden más. Quédense con sus aviones y nosotros nos quedamos con nuestra dignidad y listo, no hay problema”.
El detonante ha sido la recomendación del pasado viernes emitida por la autoridad aérea estadounidense, que pidió “extremar la precaución” al sobrevolar el espacio venezolano y el sur del Caribe. Ese aviso desató una cascada de cancelaciones: Air Europa, Plus Ultra e Iberia, Turkish Airlines, TAP, Avianca, Gol y Latam suspendieron sus operaciones. Turkish ha ampliado la suspensión hasta el 1 de diciembre, mientras que Avianca ha trasladado dos vuelos entre Bogotá y Caracas al próximo día 5. En paralelo, compañías como Copa, Wingo, Boliviana de Aviación y Satena mantienen sus rutas sin cambios.
Caracas sostiene que las alertas de Washington responden a un “doble discurso”. Como prueba, fuentes del Ministerio de Transporte señalaron a EFE la llegada este miércoles de un avión estadounidense con 175 migrantes deportados al aeropuerto internacional Simón Bolívar. Posteriormente, el Gobierno venezolano aseguró que Estados Unidos pidió “permisos especiales” para operar “rutas de repatriación con aviones estadounidenses”, lo que, a su juicio, demuestra que el espacio aéreo del país “no presenta peligro”.
La escalada coincide con un movimiento militar relevante en la región. La Fuerza Aérea de Estados Unidos reveló que bombarderos B-52H realizaron esta semana demostraciones de ataque en el Caribe dentro de la operación ‘Lanza del Sur’, un programa que el Pentágono vincula a la lucha contra el narcotráfico y que amplió su despliegue en agosto. En República Dominicana, el presidente Luis Abinader y el secretario de Guerra estadounidense, Pete Hegseth, confirmaron que Washington utilizará de manera “provisional” dos aeropuertos dominicanos para trasladar equipos y personal técnico. La primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, salió al paso para negar que su país vaya a servir de “base para ninguna guerra contra Venezuela” tras la visita del jefe del Estado Mayor estadounidense, Dan Caine.
Las autoridades venezolanas han endurecido su discurso. La vicepresidenta Delcy Rodríguez reclamó que “el camino no es enviar barcos” ni “amenazar militarmente” a Venezuela, y Cabello pidió iniciar una fase de organización comunitaria “para la circunstancia que sea”. También criticó como una “locura imperial” la decisión dominicana de facilitar el uso de sus instalaciones aeroportuarias a Estados Unidos.
En el plano diplomático, el fiscal general, Tarek William Saab, valoró positivamente la posibilidad de conversaciones directas entre Maduro y Donald Trump, después de que el presidente estadounidense afirmara que mantiene contactos para “salvar muchas vidas”.
