Las sepias superan el test de inteligencia diseñado para niños

Las sepias superan el test de inteligencia diseñado para niños

El "test del malvavisco" mide la capacidad de esperar ante una recompensa. 

Una sepia en una imagen de archivo.Getty Images

Los animales poseen una inteligencia que no es fácil de medir pero que, en numerosas ocasiones, ha sorprendido hasta a la comunidad científica. Este es el caso de uno de los ejemplos más recientes, la sepia común, un animal capaz de superar un test diseñado para niños.

Las sepias comunes (Sepia officinalis) son capaces de superar el conocido como "test del malvavisco", diseñado para niños de corta edad. Esta prueba mide la capacidad de esperar ante una recompensa, pero puede ser utilizado como medida de la inteligencia de estos animales, según ha publicado el medio Xataka

En el test original se ofrece un dulce a un niño y se le explica que si no se lo come, se le darán más dulces en un rato. Los que son capaces de no comérselo y esperar al premio mayor, son los que pasan la prueba. 

Los investigadores adaptaron esta prueba para su uso en sepias y a los animales se les mostraban dos alimentos, uno más apreciado que otro, detrás de puertas marcadas con formas simples (círculos, cuadrados…). Los animales habían sido entrenados para saber que estas formas indicaban que las puertas se abrirían pasado un tiempo más largo o más breve.

Cuando las sepias se comían la primera presa, los investigadores retiraban la segunda y más apetecible. No lo tuvieron que repetir mucho más, según ha explicado el mismo medio, porque las sepias fueron capaces de aprender que la paciencia les llevaba a un botín mejor y esperaron. Los detalles del experimento fueron publicados en la revista Proceedings of the Royal Society B.

Los investigadores de artículo especularon con el motiva de esta habilidad y proponían que la explicación podría estar en la estrategia que siguen estos animales para cazar: las sepias suelen camuflarse y esperar a que sus presas se acerquen para emboscarlas.

Al atacar pierden su camuflaje, lo que no solo implica que puedan espantar a otras presas que se encuentren en las inmediaciones sino que se hacen también vulnerables ante depredadores.