Conoce la fiesta gastronómica más antigua de España: se celebra en Oviedo y su origen no es el que pensábamos
Se trata de una importante cita gastronómica en octubre que ha alcanzado un hito al convertirse en Fiesta de Interés Turístico Nacional.

No es chovinista decir que en España se come bien, sino que es una realidad. De norte a sur, de este a oeste y de isla en isla, la gastronomía nacional es rica, variada, excelente y además deliciosa, que al final es lo importante. Cada rincón tiene su especialidad y destaca por algo. Por ejemplo en Asturias nadie puede irse sin probar la sidra, la fabada, el cachopo o los frixuelos. Pero hay más, mucho más.
Y aunque cualquier época es buena para acercarse al Paraíso Natural, a nivel gastronómico el otoño ofrece un aliciente para los amantes de la buena mesa. Para ello hay que viajar a Oviedo el 19 de octubre para disfrutar del menú del Desarme, considerada la fiesta gastronómica más antigua de España. Asimismo, desde 2025 suma un hito al haber sido nombrada Fiesta de Interés Turístico Nacional, la número 164 del país, lo que hace todavía más atractivo viajar a la capital asturiana para disfrutar de esta celebración que se encuentra en varios locales de Oviedo.
Pero vamos a lo importante. ¿Qué se come aquí? Pues muy sabroso y muy tradicional. El menú se compone de garbanzos con bacalao y espinacas, callos al estilo de Oviedo y como postre arroz con leche. Para acompañar entra bien un buen vino, pero esto ya va al gusto del consumidor. Habrá quien prefiera sidra si es que el lugar lo ofrece o habrá el que apuesta por el agua. Cada uno que elija lo que le parezca porque en este caso lo importante es la comida.
La verdadera historia del Desarme
No podemos obviar la historia del Desarme, porque si por algo ha obtenido tanta fama y reconocimiento es precisamente por su origen decimonónico. Sin embargo, la leyenda más extendida no era real. Existen varias versiones erróneas sobre cómo empezó todo, aunque la que más había calado señalaba que todo comenzó en 1836 durante las guerras carlistas. Los partidarios del absolutismo, de que debía ser el infante Carlos María Isidro el rey de España y no su sobrina Isabel II, llegaron a Oviedo con la intención de conquistarla. Al entrar en la ciudad estaban hambrientos, así que las mujeres les hicieron un menú compuesto por garbanzos con bacalao y espinacas, callos y arroz con leche. Al terminar de comer un menú tan contundente se durmieron y aquellas mujeres acabaron con ellos y evitaron la conquista de la ciudad.
Se puede elegir creer, pero lo cierto es que no fue así. La verdad la trajo el periodista y escritor Adolfo Casaprima, cofrade de honor del Desarme, en su libro Origen y evolución del Desarme, la fiesta gastronómica de Oviedo. Casaprima señala que aunque efectivamente todo proviene de las guerras carlistas y de 1836, la historia no tiene mucho que ver con lo que se daba por cierto.
En agosto de ese año, los carlistas habían logrado llevarse las armas de la Fábrica de Armas del Fontán y el dinero del Ayuntamiento, aunque los carlistas no consiguieron hacerse con la ciudad. En octubre volvieron a intentarlo, pero fracasaron. Por ello, el día 10 de ese mes, coincidiendo con el cumpleaños de Isabel II, la Diputación ofreció una comilona compuesta por legumbres, carne, embutido y sidra o vino. Casaprima fecha aquí el antecedente del Desarme.

Lamentablemente celebraron antes de tiempo porque los carlistas volvieron a atacar Oviedo el 19 de octubre. Hubo muchas bajas y entre 1841 y 1936 tenía lugar un recuerdo a los caídos. Estaba claro que no era una fiesta. Para que el Desarme fuera una realidad hubo que esperar a 1876 cuando las guerras carlistas finalizaron y cuando se declaró la paz. Reinaba ya Alfonso XII, hijo de Isabel II y sobrino nieto del infante Carlos. Cada ciudad tenía que celebrar la paz y el desarme y Oviedo lo vivió como una fiesta de reconciliación a la que invitaron también a prisioneros carlistas. Por eso el menú del Desarme se conoce como el Menú de la Paz.
Y ese menú cambió. Al coincidir con la Cuaresma se fue la carne y entró el bacalao, surgiendo así el plato de garbanzos con espinacas y bacalao. Después llegaron los callos y ya en el siglo XX, el arroz con leche. Es lo que ha perdurado hasta nuestros días en Oviedo, que ya no solo el 19 de octubre, sino que en los días anteriores y posteriores vive una fiesta de gastronomía que incluye recreaciones históricas, concursos, conferencias y música.
