El verano ya está aquí y con él, las altas temperaturas y los intensos rayos solares que caracterizan esta época del año en España. En este contexto, las autoridades sanitarias han lanzado una alerta urgente ante el uso inadecuado de protectores solares, especialmente en niños y bebés, quienes son particularmente vulnerables a los efectos nocivos de la radiación ultravioleta.

Con playas, piscinas y parques llenos, y la población pasando más tiempo al aire libre, proteger la piel correctamente se ha vuelto una cuestión de salud pública. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) recuerda que no todos los protectores solares son adecuados para todos los públicos, y que un mal uso puede tener consecuencias muy graves.

La radiación ultravioleta es real y peligrosa. Puede causar desde problemas estéticos como manchas o envejecimiento prematuro de la piel, hasta enfermedades graves como cataratas, infecciones o cáncer de piel. La mitad de esta radiación se concentra entre las 10:00 y las 16:00 horas, por lo que se debe evitar la exposición en este horario.

La protección en los niños

Uno de los puntos más críticos de esta alerta se centra en los niños menores de seis meses, en quienes no se debe utilizar protector solar convencional. Su piel absorbe más fácilmente las sustancias químicas, lo que podría provocar efectos tóxicos. La recomendación clara es evitar por completo la exposición solar directa en esta franja de edad.

En el caso de niños mayores de seis meses, los expertos aconsejan seguir evitando la exposición prolongada al sol y utilizar solo protectores pediátricos con el FPS más alto disponible. Aun así, la prioridad debe ser la protección física con ropa larga, sombreros y gafas de sol.

Recomendaciones básicas

El protector solar del año pasado no se puede usar. Una vez abierto, el envase de protector solar pierde efectividad al cabo de un año, según la AEMPS, usarlo caducado podría generar una falsa sensación de protección y dejar la piel vulnerable.

Hay que tener en cuenta que hay que reaplicar la crema cada dos horas, como regla general. También hay que volver a aplicarla si se nada, suda o se seca la piel con la toalla.

Para actividades leves, como salir a la terraza, podría bastar con una sola aplicación por la mañana. Pero, en la playa, piscina o haciendo deporte, se recomienda reaplicar cada hora y media.

Además, la cantidad ideal para usar son dos líneas de crema en los dedos para cubrir bien el rostro y dos cucharadas soperas (30 ml) para todo el cuerpo. Y hay que aplicarla una hora antes de la exposición solar.