Guillermo, doctor en nutrición: "¿Cómo podemos ponerle un 0 a un niño en el colegio si previamente el mismo colegio le da un desayuno que le ha impedido aprender?"
Este experto afirma que un exceso de azúcar en el cerebro de un menor perjudica el aprendizaje y provoca una reducción de su capacidad cerebral para concentrarse.
“¿Cómo se puede poner un 0 a un niño en el colegio si previamente ese mismo colegio le ha dado un desayuno que le ha reducido su capacidad para aprender?”. Es la pregunta que lanza el experto en nutrición Guillermo Rodríguez, quien ha cuestionado los hábitos de alimentación que se enseñan en muchos colegios en una entrevista publicada en el canal worldcast (@worldcast.oficial) de Tiktok.
Este experto quiere llamar la atención especialmente en el impacto del azúcar en el rendimiento y el aprendizaje infantil y afirma que tanta responsabilidad tiene el menor como las instituciones que no fomentan hábitos saludables en él: “El azúcar en el cerebro de un niño es el principal causante no sólo de la falta de aprendizaje, sino también de la reducción de su capacidad cerebral para concentrarse”. El motivo que esto “afecta a la capacidad de las neuronas para usar la glucosa”, añade Rodríguez, con lo que limita su funcionamiento óptimo durante el proceso educativo.
Por lo tanto, según este nutricionista, hay “que ponerle un 0 al que decidió poner ese cruasán, ese dónut, esa palmera de chocolate en el colegio, el niño es la víctima”. Porque se está cayendo con estas conductas en una contradicción, explica Rodríguez, entre los objetivos de aprendizaje del sistema educativo y la alimentación escolar, en la que se siguen incluyendo, en numerosos centros, productos ultraprocesados y altos niveles de azúcar.
Porque el azúcar, insiste este especialista, “reduce el factor neurotrófico derivado del cerebro, que es crucial para la memoria y el aprendizaje”. Este factor, que se conoce científicamente como BDNF (Brain-Derived Neurotrophic Factor),"desempeña un papel esencial en la capacidad del cerebro para adaptarse y aprender nuevas habilidades, por lo que su disminución se traduce en un menor rendimiento académico".
Y es que está demostrado científicamente que una dieta saludable, es decir, equilibrada, rica en proteínas, frutas y cereales integrales, favorece la atención y la memoria en los niños. La revisión y actualización de menús escolares para que fomenten en los estudiantes una alimentación sana es una reclamación constante por parte de los expertos en nutrición y de las asociaciones de padres y madres, tanto en España como en otros países de nuestro entorno.