Una técnica en nutrición recomienda las frutas clave para pasar un otoño saludable
Esta experta resalta que cuanta más cantidad de estos productos consumamos, mejor será nuestra salud cardiovascular y metabólica.

Con la llegada del otoño, cambian los paisajes, las rutinas… y también los alimentos que la naturaleza nos ofrece, recuerda la técnica superior en Nutrición y Dietética Ana Luzón. Así es que adaptar nuestra alimentación a la temporada no solo es una cuestión de sabor: "también es una forma de cuidar la salud, el bolsillo y el medio ambiente", destaca.
Luzón explica que la evidencia científica, como la del reconocido estudio Predimed, es clara: "Cuanta más fruta consumimos, mejor es nuestra salud cardiovascular y metabólica. Sin embargo, en los últimos años la cultura de dieta ha sembrado dudas injustificadas sobre la fruta. Muchas personas la restringen por miedo a “engordar” o por su contenido en azúcar natural, olvidando que hablamos de un alimento completo, cargado de fibra, agua, vitaminas y antioxidantes", afirma esta experta.
Por lo tanto, afirma que ya es hora de desmontar ciertos mitos. "El azúcar de la fruta no es comparable al de los ultraprocesados. La matriz de fibra y agua hace que su absorción sea lenta y que sacie. Además, no existe un límite 'mágico' de frutas al día: lo importante es la variedad y la regularidad. Y la fruta no 'engorda', lo que hace es nutrir y proteger la salud a largo plazo".
Luzón resalta, además, a la hora de escoger la fruta "la importancia de lo local y de temporada". "Lo que sí marca la diferencia es elegir frutas de estación y de proximidad, que concentran más sabor, nutrientes y menor huella ambiental", afirma esta técnica en dietética. "En otoño destacan: la granada, las uvas, el caqui, los cítricos como mandarina y naranja, o las clásicas manzanas y peras. Todas igual de válidas y con un abanico de colores y texturas que enriquecen cualquier alimentación", añade.
Otro aspecto a resaltar de este alimento es que es "práctico y para todos": "La fruta es un snack perfecto para niños y adultos: práctica, fácil de llevar y lista para comer sin apenas preparación. También es una opción estupenda antes y después de entrenar, aportando energía rápida y ayudando a la recuperación muscular. Un plátano, unas uvas o una mandarina pueden ser más eficaces y saludables que muchas barritas comerciales", propone Ana Luzón.
Y, más allá del nutricionismo, recalca también que "si bien podemos hablar de vitamina C en los cítricos, polifenoles en la granada o betacarotenos en el caqui, no se trata de reducir la fruta a 'nutrientes sueltos'". En realidad, añade, "su verdadero valor está en el conjunto: sabor, placer, saciedad, accesibilidad y la conexión con la estación en la que vivimos".
En resumen, concluye esta especialista que "incluir dos o tres raciones de fruta al día es un objetivo sencillo, realista y beneficioso". "Este otoño, llénate de colores y no caigas en la trampa de demonizar un alimento que ha formado parte de la base de la dieta mediterránea durante siglos. La fruta no solo alimenta el cuerpo, también nos reconecta con la naturaleza, con el ritmo de las estaciones y con el placer de comer bien", recuerda.
