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El país vecino de España alberga las islas de las tarántulas: no se pueden visitar sin autorización previa

El país vecino de España alberga las islas de las tarántulas: no se pueden visitar sin autorización previa

Unas estrictas normas de visita que han favorecido su conservación.

Una tarántula en una imagen de archivo.Getty Images

El conjunto de islas volcánicas del Atlántico Norte, nacidas de erupciones milenarias, ofrece un extraordinario mosaico de acantilados y tierras ricas en minerales. Muchas de estas pequeñas islas son vírgenes, ocultando paisajes y hábitats aun por descubrir. Entre ellas, destacan un conjunto de islotes en Portugal que sobresalen por su peculiar fauna y las estrictas normas de visita que han favorecido la evolución de especies únicas.

Estamos hablando de las Islas Desertas, formadas por Ilhéu Chão, Deserta Grande y Bugio, pertenecientes todas al municipio de Santa Cruz (Madeira). Estas conforman una reserva natural protegida, clasificada oficialmente en 1995, y forman parte de la Red Natura 2000. Su fragilidad ecológica obliga a que cualquier acercamiento, incluso por mar, requiera autorización previa y acompañamiento de guardas forestales.

Esto no siempre fue así ya que tras las primeras exploraciones registradas a finales del siglo XIV, las Desertas fueron objeto de varios intentos de asentamiento. No obstante, nunca llegaron a ser habitadas de forma permanente debido a la escasez de agua y la aridez de sus suelos. Tras varias fases de propiedad privada durante el siglo XX, el Estado portugués adquirió estos islotes en 1971 y comenzó a valorar su riqueza biológica en 1990.

Una fauna única

La biodiversidad de las Desertas es una de las más extraordinarias de Europa. Sin ir más lejos, en Deserta Grande habita la tarántula Hogna Ingens, considerada la araña endémica más grande del continente europeo. Esta especie puede alcanzar los 12 centímetros de diámetro y está caracterizada por unas vistosas manchas blancas en sus patas que las hacen inconfundibles. Se calcular que la población ronda los 2.000 ejemplares y todos se encuentran en la isla.

Junto a la tarántula, otra de las joyas de la fauna de las Desertas es la foca monje del Mediterráneo, Monachus monachus, una especie en grave peligro de extinción debido a la caza indiscriminada. A finales de los años 90 apenas quedaban ocho ejemplares en todo el archipiélago, pero gracias a los planes de conservación actualmente su colonia supera los veinte individuos.

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Un proyecto de Espacio Eco

El archipiélago Desertas también ha sido reconocido por las numerosas especies de aves que sobrevuelan cada día sus tierras, como las colonias de pardelas cenicientas, paíños de Madeira y petreles de Bulwer, entre otras. Hoy, las Islas Desertas permanecen deshabitadas salvo por los guardas forestales, científicos y guías autorizados. El acceso restringido y las reglas de navegación son los máximos responsables de su increíble preservación.