El pueblecito desconocido de Asturias con un atractivo de peso: la mina de oro más grande de Europa

España es un país que alberga muchos tesoros en su interior. Desde islas paradisiacas rodeadas de aguas cristalinas hasta edificaciones históricas que narran siglos de cultura y tradición, cada rincón de su geografía tiene algo único. Entre montañas, valles y costas, se esconden lugares poco conocidos que atesoran riquezas sorprendentes. Este es el caso de un pueblecito de Asturias que guarda uno de los mayores secretos mineros a nivel internacional.

Se trata de Tapia de Casariego, una localidad asturiana a orillas del Cantábrico que esconde bajo su suelo la mayor reserva de oro de Europa. Esta mina ha sido objeto de interés desde la época de los romanos, hace ya más de 2.000 años, quien se dice que ya explotaban sus riquezas. Con una estimación de reservas que supera las 30 toneladas de oro, la mina de Salave es uno de los recursos más valiosos ya no solo a nivel español, sino también europeo.

Según la tradición minera, España nunca ha sido un país rico en petróleo o gas, pero sí lo ha sido en metales. Y es que solo en Asturias existen unos 480 yacimientos de oro, aunque ninguno está a la altura del de Salave. Ahora, Explotaciones Mineras del Cantábrico (EMC), una filial de la asturiana Black Dragon Gold, busca llevar a cabo un proyecto para explotar la mina sin causar ningún tipo de impacto ambiental.

No es la única maravilla natural

Además de su riqueza minera, Tapia de Casariego escondo otro tesoro natural que atrae a visitantes en busca de paisajes únicos: una espectacular piscina de agua salada situada al borde el mar. Se encuentra en las instalaciones de una antigua cetárea de finales del siglo XIX, un vivero de crustáceos y otros animales marinos destinados a consumo que se alimentaba de forma natural con agua del mar.

Esta cetárea fue abandonada con el paso del tiempo, aunque conservó el foso y el muro de piedra que permitían la acumulación de agua salada, lo que provocó que algunos lugareños utilizasen esta zona para bañarse. Por ello, en 2010 se decidió llevar a cabo una obra de remodelación que eliminase las antiguas ruinas y permitiera reconvertir la fosa en una piscina accesible y gratuita para todos los públicos.  

Ahora, con sus aguas cristalinas y protegidas, esta piscina ofrece una experiencia de baño única, permitiendo disfrutar del océano en un ambiente más seguro y resguardado. En la actualidad se conoce como piscina Antonio Alonso Bedia “Toño del Moderno”, en honor a un ciudadano de este pueblo pesquero que dedicó gran parte de su vida al cuidado de esta instalación.

Rodeada de un paisaje costero de gran belleza, con vistas al puerto y al mar Cantábrico, la piscina natural de Tapia de Casariego es un ejemplo perfecto de cómo la naturaleza y la geografía de Asturias se combinan para ofrecer espectáculos inolvidables. Este espacio, junto a la mina de oro, hace de este pueblo pesquero una de las mayores maravillas a nivel nacional, con un gran valor de conservación y un cada vez mayor índice de turismo.