La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, arenga a miles de manifestantes que se niegan a depender de Londres para convocar un nuevo referéndum.
Fue cesado ilegalmente, detenido, torturado y fusilado. Bruselas y Washington no querían que el país cayera bajo influencia de la URSS. Ahora se repara a su familia.
Ya en septiembre de 2014, el 55 % de los escoceses rechazaron la separación de reino Unido, pero el Brexit lo ha revuelto todo y van a por otra convocatoria.
La exconsellera ha salido en libertad de la prisión de Puig de les Basses, en Figueres (Girona), como estaba previsto, a las 12.16 horas de este miércoles.
"En una mesa de negociación donde se quiere abordar la resolución al conflicto, se debe poder hablar de todo aquello que forma parte de este conflicto político".
Aunque en la consulta de 2014 ganó el no, la ministra principal entiende que la oposición de su gente al Brexit inminente justificaba un nuevo refrendo