"Rusia pierde la última esperanza de asustar al mundo para que no apoye a Ucrania", valora el ministro de Exteriores ucraniano ante la amenaza del Kremlin.
Sergei Lavrov no ha aportado ni una prueba de ello, mientras que los reportes de la prensa independiente sí dieron cuenta de las embarazadas y bebés afectados por el ataque.
"Estamos dispuestos a negociar. Siempre y cuando los militares ucranianos respondan al llamamiento de nuestro presidente, cesen la resistencia y depongan las armas", asegura el ministro de Exteriores ruso.
"Se trata de una cosa muy sencilla: defender las normas y los principios fundamentales del Derecho Internacional", dice el ministro de Exteriores de Putin.