El adiós a las farolas de carretera por pintura que brilla en la oscuridad termina en fracaso estrepitoso: "No podemos seguir así"
El Gobierno del país ha tenido que dar explicaciones.

Una apuesta arriesgada que ha terminado por ser inviable. Es la situación que se ha vivido en Malasia, donde decidieron dar una vuelta al concepto de iluminación de carreteras en aras de elevar la seguridad vial.
La decisión llamó la atención de medios de todo el mundo. El Gobierno malayo optó por introducir marcas viales que brillan en la oscuridad. Fue una prueba de algo menos de 250 metros en una carretera del distrito de Hulu Langat (estado de Selangor).
Este tipo de pintura fotoluminiscente sustituye el uso de tachuelas reflectantes y prometía una gran visibilidad nocturna, incluso en condiciones climáticas adversas. El proyecto, inaugurado en 2023, de hecho fue bien recibido por los conductores, también porque la vía antes no tenía luces. Por poco que hubiera, era mejor que nada.
Tiempo después, la misma prensa internacional recoge el batacazo cosechado. Porque si bien la pintura da luz, su coste se dispara hasta 20 veces más de lo que supondría una pintura convencional de carretera.
Según el medio local Paultan, cada metro cuadrado se va hasta los 749 ringgit malasios (unos 162 euros), en lugar de los 40 (8'70 euros) de las marcas tradicionales.
"El coste es muy alto, por lo que probablemente no continuaremos con las pistas que brillan en la oscuridad [...] Hicimos pruebas, pero no satisfizo a los expertos del ministerio", ha aclarado Ahmad Maslan, viceministro de Obras Públicas de Malasia.