Estos son los pueblos más bonitos del Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido
Entre sus montañas y valles, se encuentran algunos de los pueblos más pintorescos y encantadores del país.

El Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido, situado en el Pirineo Aragonés, es uno de los destinos más impresionantes de España. Este parque, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997, ofrece paisajes de ensueño, una biodiversidad única y una rica historia cultural. Entre sus montañas y valles, se encuentran algunos de los pueblos más pintorescos y encantadores del país, que merecen ser visitados por cualquier amante de la naturaleza y la cultura.
Visitar estos pueblos no solo permite disfrutar de su belleza arquitectónica y natural, sino también sumergirse en la historia y tradiciones de la región. Desde Torla, la puerta de entrada al parque, hasta Aínsa, con su impresionante casco histórico, cada uno de estos pueblos ofrece una experiencia única. A continuación, te presentamos una selección de los pueblos más bonitos del Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido, junto con información práctica para planificar tu visita.
Torla-Ordesa: La puerta de entrada al parque
Torla-Ordesa es el punto de partida ideal para explorar el Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido. Este pintoresco pueblo, situado a 1.033 metros de altitud, es conocido por sus calles empedradas, casas de piedra y balcones llenos de flores. La iglesia de San Salvador, del siglo XVI, es uno de los principales atractivos del pueblo. Desde Torla, se puede acceder fácilmente al Valle de Ordesa, uno de los cuatro valles principales del parque.
Para visitar Torla y el parque, es recomendable utilizar el servicio de autobuses que conecta el pueblo con la Pradera de Ordesa, especialmente durante los meses de verano y los fines de semana. Este servicio ayuda a reducir el tráfico y preservar el entorno natural. Los autobuses operan desde abril hasta noviembre, y los billetes se pueden adquirir en la oficina de turismo de Torla o en línea.
Broto: Naturaleza y tradición
A solo 12 kilómetros de Torla, se encuentra Broto, un encantador pueblo a orillas del río Ara. Broto es famoso por su cascada de Sorrosal, una impresionante caída de agua de 80 metros de altura que se puede visitar a través de una ruta de senderismo. El casco histórico de Broto, con sus casas de piedra y calles estrechas, es un lugar perfecto para pasear y disfrutar de la tranquilidad del entorno.
Para los amantes de la aventura, Broto ofrece diversas actividades al aire libre, como barranquismo, escalada y rutas en bicicleta. Además, el pueblo cuenta con una buena oferta de alojamientos rurales y restaurantes donde degustar la gastronomía local.
Aínsa: Historia y encanto medieval
Aínsa, situada a unos 30 kilómetros del parque, es uno de los pueblos más bonitos y mejor conservados de España. Su casco histórico, declarado Conjunto Histórico-Artístico, es un laberinto de calles empedradas, plazas y edificios de piedra que transportan al visitante a la Edad Media. La Plaza Mayor, con sus soportales y la iglesia de Santa María, es el corazón del pueblo y un lugar ideal para disfrutar de la vida local.
Aínsa también es conocida por su castillo, que ofrece unas vistas espectaculares del entorno. Durante el verano, el castillo acoge diversos eventos culturales, como conciertos y representaciones teatrales. Para visitar Aínsa, se recomienda planificar con antelación, especialmente durante los meses de julio y agosto, cuando el pueblo recibe más visitantes.
Bielsa: Naturaleza en estado puro
Bielsa, situada en el Valle de Pineta, es otro de los pueblos que no te puedes perder en tu visita al Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido. Este pequeño pueblo de montaña es conocido por su entorno natural, con impresionantes paisajes de alta montaña y una gran variedad de rutas de senderismo. La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI, y el Museo de Bielsa, que narra la historia de la región, son dos de los principales atractivos del pueblo.
Para los amantes del esquí, Bielsa es un excelente punto de partida para disfrutar de las pistas de esquí de fondo del Valle de Pineta. Además, el pueblo cuenta con una buena oferta de alojamientos y restaurantes donde degustar la gastronomía local.
Fiscal: Un remanso de paz
Fiscal, situado a orillas del río Ara, es un pequeño pueblo que destaca por su tranquilidad y belleza natural. Su iglesia de San Salvador, del siglo XVI, y el puente medieval sobre el río Ara son dos de los principales atractivos del pueblo. Fiscal es un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza y realizar actividades al aire libre, como senderismo, pesca y rutas en bicicleta.
Para visitar Fiscal, se recomienda planificar con antelación, especialmente durante los meses de verano, cuando el pueblo recibe más visitantes. Además, es importante tener en cuenta que algunas de las rutas de senderismo más populares pueden requerir permisos especiales, que se pueden obtener en la oficina de turismo de Fiscal.
Boltaña: Historia y naturaleza
Boltaña, situada en el Valle del Ara, es otro de los pueblos más bonitos del Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido. Su casco histórico, con calles empedradas y casas de piedra, es un lugar perfecto para pasear y disfrutar de la tranquilidad del entorno. La iglesia de San Pedro, del siglo XVI, y el castillo de Boltaña, que ofrece unas vistas espectaculares del valle, son dos de los principales atractivos del pueblo.
Para los amantes de la naturaleza, Boltaña ofrece diversas rutas de senderismo y actividades al aire libre, como barranquismo y rutas en bicicleta. Además, el pueblo cuenta con una buena oferta de alojamientos rurales y restaurantes donde degustar la gastronomía local.
Sarvisé: Un rincón de paz
Sarvisé, situado en el Valle de Broto, es un pequeño pueblo que destaca por su tranquilidad y belleza natural. Su iglesia de San Martín, del siglo XVI, y el puente medieval sobre el río Ara son dos de los principales atractivos del pueblo. Sarvisé es un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza y realizar actividades al aire libre, como senderismo, pesca y rutas en bicicleta.
Para visitar Sarvisé, se recomienda planificar con antelación, especialmente durante los meses de verano, cuando el pueblo recibe más visitantes. Además, es importante tener en cuenta que algunas de las rutas de senderismo más populares pueden requerir permisos especiales, que se pueden obtener en la oficina de turismo de Sarvisé.
