Le despiden y sustituyen a sus 56 años tras 35 años de lealtad, activa el contraataque legal y se acaba embolsando 60.000 euros
La realidad de muchos trabajadores veteranos es así de complicada. Sin embargo, en muchas ocasiones, esos despidos pueden ser considerados como improcedentes, como en este caso.
Trabajar toda una vida en la misma empresa solía ser garantía de estabilidad y reconocimiento. Pero la realidad laboral moderna ha demostrado que la fidelidad ya no protege contra la puerta de salida. Eso fue exactamente lo que vivió un empleado de 56 años en Austria, que tras más de tres décadas de dedicación a una planta metalúrgica fue despedido sin previo aviso. El argumento empresarial: recortes de personal. La realidad detrás del caso: le sustituyeron por un trabajador más joven y mucho más barato.
El titular refleja ese giro inesperado: tras la traición empresarial, el veterano trabajador decidió luchar por sus derechos, y su determinación le permitió llevarse 60.000 euros de indemnización.
Treinta y cinco años de compromiso… y una salida por la puerta de atrás
El trabajador -identificado por el medio que le entrevistó, austriaco Heute, como Sr. M.- había desarrollado toda su trayectoria profesional en la misma compañía metalúrgica. Entró joven, aprendió el oficio, ganó experiencia, formó parte del engranaje industrial del país y, durante décadas, fue considerado un pilar del equipo.
Sin embargo, todo cambió cuando la empresa decidió "racionalizar costes". Según la versión oficial, el despido respondía a la necesidad de reducir plantilla. Pero el Sr. M. descubrió pronto que su puesto no había desaparecido: otro trabajador, más joven y contratado como eventual, había ocupado su lugar.
La chispa que lo cambia todo: pedir ayuda
Sintiendo que su despido no estaba justificado y que se había vulnerado su derecho a una protección laboral adecuada, el trabajador se puso en contacto con la Cámara de Trabajadores de Viena (AK), una entidad que asesora legalmente a empleados en situaciones de conflicto laboral.
Su caso llamó rápidamente la atención de Ludwig Dvořák, asesor jurídico principal de la AK, quien denunció públicamente lo ocurrido al portal Heute:
“Es alarmante cómo algunos empleadores tratan a trabajadores mayores y leales mientras piden, al mismo tiempo, que la gente trabaje más años”. El experto insistió en que casos así muestran el escaso respeto hacia quienes llevan toda una vida sosteniendo el negocio.
Cuando el despido se vuelve improcedente
Tras analizar la situación, los abogados vieron claro que la sustitución por un empleado temporal contradecía el argumento económico utilizado por la empresa. Si existe un reemplazo, no se puede hablar de eliminación del puesto. El Sr. M. decidió, entonces, presentar una demanda por despido improcedente.
El proceso acabó con un resultado favorable: el juzgado determinó que la decisión empresarial no era válida y que el trabajador debía recibir una compensación. Finalmente, se le reconoció una indemnización de 60.000 euros, destinada a amortiguar el daño económico y personal sufrido tras su expulsión injusta.
¿Qué hacer si te despiden en condiciones sospechosas?
El caso sirve como recordatorio de que no todo despido es legal, aunque venga con una explicación aparentemente lógica. Muchos trabajadores desconocen que tienen derecho a impugnar la decisión y que existen plazos estrictos para hacerlo.
En Austria -y de forma muy similar en otros países europeos- estos son los pasos básicos que cualquier afectado debe seguir (según orientaciones recopiladas por el sindicato Verdi y el despacho de abogados Kupka & Stillfried):
- Informar al comité de empresa, si existe, para que pueda intervenir.
- Registrarse como demandante de empleo en un plazo de tres días tras recibir la carta de despido.
- Si se pertenece a un sindicato, solicitar asesoramiento experto de inmediato.
- Continuar trabajando si la empresa no ha eximido de las obligaciones laborales.
- Solicitar un certificado de empleo provisional, necesario para cualquier trámite posterior.
- Presentar una demanda por despido improcedente antes de tres semanas desde la notificación.
- Superado ese periodo, incluso un despido injusto puede volverse irreversible.
Este caso no es aislado. A medida que la edad de jubilación aumenta, crece la tensión laboral con empleados mayores que, pese a su experiencia, son considerados por algunas empresas como un coste elevado.