"¡Atención! Nuestra sucursal permanecerá cerrada el viernes por tiempo indefinido". Este es el mensaje con el que amaneció, el pasado 25 de abril, un establecimiento de Lidl en la localidad helvética de Wädenswil, conocida por encontrarse a orillas del lago de Zúrich (Suiza). ¿El motivo? Los empleados de esta tienda de la cadena alemana de supermercados fueron a la huelga por su encargado.

No, no se trata de una acción reivindicativa contra su responsable, sino contra el despido de este. Así lo recoge el medio alemán Bild en una información en la que apunta a que este cargo intermedio, que llevaba la friolera de 14 años trabajando en la compañía, fue supuestamente despedido en represalia por una negativa.

"Al parecer esto resultó ser su perdición",  recoge el diario local Tagesanzeiger. ¿Pero qué hizo supuestamente el encargo? Fue llamado a filas para ser trasladado a otra tienda de la que tendría que hacerse responsable, pero se negó: "El gerente de la sucursal no aceptó el traslado. Así que simplemente lo despidieron".

Lidl: "Nuestro objetivo claro es encontrar una solución"

Cabe destacar que desde la empresa indicaron que "nuestro objetivo claro es encontrar una solución con el equipo de la sucursal y que la sucursal permanezca abierta con normalidad", al tiempo que aseguraron que están "en contacto activo con los empleados in situ" y que "también participan personas de confianza (empleados capacitados en atención psicológica)".

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