Lingüistas se unen para poner orden con el orden correcto del nombre y el apellido en las firmas
La cuestión fue objeto de debate en Italia, el cual aparece reflejado en la Lingua Nostra entre 1940 y 195.

El orden entre el nombre y apellido en las firmas en Italia es un tema que en su día fue objeto de debate. Tal y como señala el medio italiano Liberiano, la secuencia tradicional requiere escribir primer el nombre y después el apellido, de acuerdo a los manuales de "etiqueta lingüística" como el Salvaitaliano de Valeria Della Valle y Giuseppe Patota. Dicho orden refleja la tradición cultural que enfatiza en la individualidad de la persona, representada por su nombre de pila, por encima de la afiliación familiar, representada por el apellido.
El modelo nombre + apellido constituye así la fórmula de la familia tradicional italiana. En caso de tener un segundo nombre, se incluye entre el primer nombre y el apellido. El orden inverso, apellido + nombre, está reservado en el país para listas alfabéticas tales como las telefónicas o bibliográficas, en ocasiones separados por comas (Rossi, Mario Giuliano, por ejemplo) para facilitar la legibilidad.
No obstante, la cuestión del orden fue objeto de debate, el cual aparece reflejado en la revista Lingua Nostra entre 1940 y 195. Estudioso como Giuseppe Fragale y Nereo Sacchiero criticaron el uso indebido del orden apellido + nombre. Fragale señaló cómo algunos empleados poco cualificados exigían el uso del orden inverso, lo que consideraba un error. Por su parte, Sacchiero subrayó que tanto el nuevo Código Civil como la ley del Estado Civil reflejan claramente la prioridad del nombre sobre el apellido en los documentos oficiales.
Uno de los mayores lingüistas italianos, Bruno Migliorini, también se hico eco del asunto aludiendo a la costumbre burocrática de colocar el apellido antes que el nombre, la cual va en contra de la tradición italiana. Migliorini afirmó que diversas instituciones como la administración pública, las escuelas y el ejército habían contribuido a la difusión de este orden inverso por mera convivencia organizativa.
Significado cultural
Históricamente, el apellido apareció como un añadido al nombre con el fin de identificarla mejor. El apellido a menudo indica características personas, profesionales o el lugar de origen de la persona, mientras que el orden de nombre + apellidos aporta esa lógica lingüística en la que la especificación va después del sustantivo al que se refiere y los precede.
El hecho de colocar el apellido antes que el nombre en la firma, señalan desde el citado medio, alude a una percepción del individuo dentro de la sociedad. La práctica resalta al al individuo como parte de una comunidad organizada a la vez que reivindica su individualidad y "personalidad inconfundible".
Las firmas en otras culturas
El orden de nombre + apellido en las firmas no es universal. Por ejemplo, en Islandia, no se puede aplicar dado que no existen los apellidos, sino que se usan patronímicos o matronímicos para referirse al linaje familiar.
Asimismo, en Japón y en Hungría, el apellido precede al nombre. El orden refleja una concepción social diferente, en la que se pone énfasis en la pertenencia a la familia.
