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Los científicos creían que los gusanos eran aliados para acabar con el plástico: se acaba de revelar que son el enemigo

Los científicos creían que los gusanos eran aliados para acabar con el plástico: se acaba de revelar que son el enemigo

La producción global de plástico supera las 200 millones de toneladas anuales.

Un grupo de larvas, en una imagen de archivo.Jose Antonio Bernat Bacete VIA GETTY IMAGES

Los gusanos son capaces de comer plástico, pero no lo descomponen químicamente, sino que lo convierten en microplásticos, un subproducto más dañino. A pesar de que múltiples estudios científicos identificaron que estas especies lo degradaban, nuevos hallazgos demuestran justo lo contrario.

Según publica la revista portuguesa Pplaware, el papel de las larvas en la degradación del plástico puede ser un mito. "La resiliencia y persistencia del plástico en el medio ambiente lo han convertido en un problema global, y aunque se han propuesto soluciones innovadoras, muchas de ellas han demostrado ser menos efectivas de lo esperado".

Así, durante varios años, "los científicos han considerado las larvas como una posible fuente degradación del plástico". "Se pensaba que ciertas especies, como las larvas de la polilla o los gusanos de harina, podían consumirlo debido a su capacidad para alimentarse de cera, un material químicamente similar". Sin embargo, "estudios recientes han refutado esta idea".

En declaraciones al medio, el profesor Gustav Vaaje-Kolstad afirma que las larvas "básicamente trituran el plástico, pero no lo descomponen químicamente". "Este descubrimiento fue un golpe a las expectativas de utilizar organismos vivos como una solución directa al problema".

La publicación explica que "el plástico está formado por largas cadena de polímeros, similares a un collar de perlas, que son extremadamente fuertes". Así, "para reciclarlo de manera efectiva", "estas cadenas deben dividirse en unidades más pequeñas que se pueden reutilizar".

"Aunque las larvas no son la solución, su comportamiento ha inspirado nuevas líneas de investigación centradas en el desarrollo de enzimas capaces de realizar esta tarea", explica. En 2022, una investigación "afirmó haber identificado enzimas naturales capaces de descomponer estos plásticos, sin embargo, el estudio encabezado por Vaaje-Kolstad, descubrió que esta tesis era errónea". 

El profesor reitera que "aunque no hemos encontrado una solución definitiva, los avances en biotecnología nos están acercando". "Una estrategia prometedora es desarrollar plásticos de nueva generación que incorporen enlaces químicos más débiles, lo que permitiría que enzimas específicas los degraden de una forma eficiente". Aunque lamenta que "esto requeriría un cambio en la industria del plástico".

"Al investigar nuevas tecnologías es fundamental que la sociedad se centre en reducir el consumo de plástico", cuya producción, de acuerdo a la información difundida, supera las 200 millones de toneladas al año. "Aunque las larvas no son la solución mágica que esperábamos, han servido como fuente de inspiración para futuras innovaciones".