Marta, joven artista que vuelve a vivir a su pueblo de Sevilla: "Creen que ya te vienes y ya me voy al campo"
Quiere recuperar sus raíces sin renunciar a su faceta artística.

En los últimos años, un número creciente de jóvenes está optando por regresar a sus pueblos de origen, impulsados tanto por el deseo de frenar la despoblación rural como por la búsqueda de un estilo de vida más sereno y arraigado. Lejos del ritmo acelerado de las ciudades, muchos encuentran en estas localidades un equilibrio más personal, una mayor conexión con la naturaleza y la posibilidad de reconstruir lazos humanos.
Esto es lo que le ha ocurrido a Marta, una joven artista que ha decidido regresar a su pueblo natal: Cazalla de la Sierra, en la provincia de Sevilla. En un vídeo publicado en TikTok, en la cuenta @depergareo, la joven pronuncia una frase que se ha hecho eco en redes: “Creen que ya te vienes y ya me voy al campo o voy a trabajar solo en esto durante 45 años ¿Por qué? ¿Por qué yo no puedo aquí seguir teniendo producción artística? Pues claro que puedo”.
El anuncio llega en un momento en el que muchos creadores exploran nuevas formas de vida fuera de las grandes ciudades. En este caso, Marta opta por recuperar raíces y ritmo de pueblo sin renunciar a su faceta artística. “Se pueden mover muchísimas iniciativas artísticas incluso con la propia gente del pueblo”, dice el chico con el que habla la artista, defendiendo que el regreso al entorno rural no implica frenar la creatividad, sino abrirla a nuevas colaboraciones y escenarios.
El valor de volver
Cazalla de la Sierra, situado en la comarca de la Sierra Norte de Sevilla, es un municipio de carácter serrano conocido por su paisaje, su patrimonio histórico y la tradición gastronómica ligada al cerdo ibérico y los quesos artesanales. Con una población que ronda los 4.500 habitantes y un entorno natural protegido, el pueblo ha sido tradicionalmente un refugio para quienes buscan una vida más tranquila cerca de la naturaleza.
En pueblos como Cazalla, el regreso de quien se marchó muchas veces se interpreta como una oportunidad para reforzar la vida cultural y social local. “Además que, con estos pueblos pasa que como nosotros al final no nos echemos para adelante… Desaparecen”, sentencia el chico. Para artistas como Marta, ese retorno puede suponer tanto un cambio de escenario creativo como la posibilidad de aprovechar el patrimonio natural e histórico del lugar en su obra.
Su historia ha encendido una chispa emocional en la sección de comentarios de aquellos que defienden a capa y espada la vuelta al pueblo. “Me encanta que os quedéis con nosotros, no nos dejéis, vosotros sois el futuro de nuestro pueblo”, asegura un usuario. “Vosotros, la juventud, sois los que tenéis que levantar el pueblo, pero con ayuda… y que Cazalla no se quede solo para los mayores”, comenta otro lanzando un llamamiento a los jóvenes.
El caso de Marta es un ejemplo más de cómo las nuevas generaciones están redefiniendo la relación entre creación y territorio. Su decisión de volver a Cazalla de la Sierra no solo abre una etapa personal marcada por la búsqueda de calma y autenticidad, sino que también contribuye al impulso cultural de un municipio que apuesta por reinventarse sin perder su esencia. Su regreso demuestra que el futuro del medio rural también puede escribirse desde la creatividad y el arraigo.
