Milagros, madre soltera, vive a 50 km de Valencia, donde trabaja: "Por una habitación para mí y para mi niño me dijeron unos 700 o 750 euros al mes. Cobro 500"
El 45% de las personas que viven de alquiler en España están en riesgo de pobreza.
La vivienda se ha convertido en uno de los grandes problemas sociales de España y, para muchas familias, en una auténtica carrera de obstáculos. Tener un empleo ya no garantiza poder pagar un alquiler digno, y cada mes son más las personas que trabajan igual que antes, pero viven mucho peor.
Detrás de las estadísticas hay historias concretas, como la de Milagros, madre soltera, que resume con una frase la crudeza del momento: “Por una habitación para mí y para mi niño me dijeron unos 700 o 750 euros al mes. Cobro 500”.
No poder vivir donde trabajas
Milagros trabaja a tiempo parcial en Valencia, pero no vive en la ciudad. Se ha visto obligada a trasladar su residencia a un municipio situado a unos 50 kilómetros de la ciudad porque los precios del alquiler en Valencia son inasumibles para ella. Su sueldo mensual es de 500 euros y, aun así, buscó durante meses una habitación en la ciudad para ella y su hijo.
La respuesta que recibió fue que los precios superaban con creces sus ingresos. “Una habitación para mí y para mi niño me dijeron unos 700 o 750 euros al mes”, explicó ante las cámaras de Informativos Telecinco. Incluso destinando todo su salario a la vivienda, no podría pagarla.
Un lujo incluso con empleo
Según el último informe de Cáritas, el 45% de las personas que viven de alquiler en España están en riesgo de pobreza o exclusión social, la cifra más alta de toda la Unión Europea. Tener un techo se ha convertido en una carga difícil de sostener, incluso para quienes cuentan con un trabajo estable.
En los últimos años, el precio medio del alquiler ha subido más de un 50%, según datos del INE. En grandes ciudades como Madrid o Barcelona, los alquileres parten ya de los 1.000 euros mensuales y pueden llegar a rozar los 4.000 euros en zonas privilegiadas, según Idealista. Esta escalada ha empujado a miles de familias a abandonar los centros urbanos y desplazarse a zonas más alejadas o, directamente, a volver a casa de sus padres.
Salarios insuficientes
Además, ha que tener en cuenta la precariedad laboral. Más del 20% de los trabajadores en España tiene un contrato temporal o a tiempo parcial, y la mitad gana menos de 1.300 euros al mes, según la Encuesta de Estructura Salarial. Para mujeres, jóvenes y familias monoparentales, la situación es todavía más complicada.
El drama del alquiler ya no afecta solo a los colectivos tradicionalmente vulnerables. Se extiende a las clases medias, a los jóvenes, a los autónomos y a quienes, como Milagros, trabajan cada día sin poder aspirar a una vivienda digna cerca de su empleo.