Pocos conocen el bello castillo negro circular de España construido con piedra volcánica
Su diseño y construcción ofrecen valiosas lecciones sobre las técnicas de fortificación utilizadas en el siglo XVII.

El Castillo de San Juan Bautista, más conocido como el Castillo Negro, se encuentra en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, en la costa este de la isla. Su construcción comenzó en 1641 y se completó en 1644, bajo la dirección del ingeniero militar italiano Leonardo Torriani. La fortaleza fue concebida como parte de un sistema defensivo para proteger el puerto de Santa Cruz de Tenerife de posibles ataques enemigos, especialmente de los ingleses y los piratas que amenazaban la región en aquella época.
La elección de la piedra volcánica como material de construcción no fue casual. Tenerife es una isla volcánica, y la abundancia de este tipo de piedra facilitó su uso en la edificación del castillo. La piedra volcánica no solo proporcionó una fuente de material resistente y duradero, sino que también le dio al castillo su distintivo color negro, que contrasta con el paisaje circundante.
El diseño del Castillo Negro es circular, con un diámetro de aproximadamente 30 metros y una altura de 8 metros. Los muros, de 2,5 metros de grosor, están construidos con mampostería de piedra basáltica, lo que le confiere una gran solidez. En su interior, el castillo cuenta con varias dependencias, incluyendo alojamientos para el alcaide y los soldados, un almacén de pólvora y casillas de vigilia situadas en lo alto de la fortaleza.
A lo largo de los siglos, el Castillo Negro ha sido testigo de numerosos eventos históricos. Durante el siglo XVIII, la fortaleza sufrió daños debido a su exposición constante al mar, lo que llevó a una importante reforma en 1765 para reforzar sus cimientos y mejorar su estructura. A pesar de estos desafíos, el castillo ha logrado mantenerse en pie y es considerado uno de los mejor conservados de la isla.
En 1948, el Castillo Negro fue cedido al Cabildo de Tenerife, que lo convirtió en un museo militar. Sin embargo, en 1982, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife asumió la responsabilidad de su mantenimiento y conservación. Aunque actualmente el castillo no está abierto al público, su exterior sigue siendo un punto de interés para los visitantes que pasean por la zona.
Para aquellos interesados en visitar el Castillo Negro, es importante tener en cuenta algunos detalles prácticos. El castillo se encuentra entre el Parque Marítimo César Manrique y el Auditorio de Tenerife Adán Martín, dos de los puntos más emblemáticos de Santa Cruz de Tenerife. La mejor manera de llegar es a pie desde el centro de la ciudad, disfrutando del paseo marítimo y las vistas al océano Atlántico.
En cuanto a los trámites para su visita, aunque el interior del castillo no está accesible al público, se pueden realizar visitas guiadas organizadas por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. Estas visitas permiten a los turistas conocer más sobre la historia del castillo y su importancia en la defensa de la isla. Para más información sobre las visitas guiadas, se recomienda contactar con la oficina de turismo local.
El Castillo Negro es también un lugar de interés para los investigadores y estudiantes de historia militar. Su diseño y construcción ofrecen valiosas lecciones sobre las técnicas de fortificación utilizadas en el siglo XVII, así como sobre la adaptación de estas técnicas a las condiciones geográficas y materiales disponibles en Tenerife.
