Un fabricante de patatas fritas rechaza 50 toneladas de patatas y el agricultor toma medidas drásticas: "Es vergonzoso lo que está pasando"
Una cantidad ilimitada del producto a un sólo precio: 10 euros.

Una cantidad ilimitada de patatas a un sólo precio simbólico: 10 euros. Un agricultor se ha visto obligado a poner en venta 50 toneladas de patatas después de que una empresa de comida industrial las rechazase al desestimar la producción.
En declaraciones recogidas por el medio francés France Info, el agricultor afectado reivindica la calidad de la patata. "Esta patata es muy buena. Pero, hay un poco de trazo y un poco de verde, así que para ellos, es no", asevera.
Por su parte, la compañía defiende su posición. "Los contratos con los que trabajamos establecen criterios de calidad que garantizan que la materia prima pueda utilizarse con fines industriales y transformarse en productos de calidad, como patatas fritas, para nuestros consumidores y clientes", explican en un comunicado recogido por el digital. En este caso, "los lotes en cuestión no cumplían estos criterios de calidad, por lo que no pudieron ser aceptados", aseveran.
De acuerdo a la información difundida, el agricultor estima que perderá unos 9.000 euros por el rechazo de la compañía alimentaria. Afirma que "hay que ser conscientes que todos tenemos costes de mecanización": "fertilizantes, productos fitosanitarios, además de estándares ambientales muy duros con nosotros", asegura en sus declaraciones.
Por todo ello, ha decidido poner a la venta las patatas a un simbólico precio de 10 euros. "Un panorama muy sombrío para esta granja familiar", reza la publicación. De hecho, su hijo se plantea abandonar la agricultura: "Me asusta, es solo mi primer año, pero ya estoy pensando si continúo en la agricultura o no. Aquí no voy a tener éxito".
"Trabajamos 320 horas el mes pasado y no me importa si no gano mucho, siempre y cuando pueda ganarme la vida con mi pasión. El problema es que ahora tenemos que pagar para hacer nuestro trabajo cuando ya hacemos muchos sacrificios: no nos vamos de vacaciones, no hacemos actividades...", concluye.
