Un hombre de 81 años pasa seis horas de frío y su hijo le lleva al hospital pan francés
Todo se quedó en un gran susto.

Una salida rutinaria a por pan terminó convirtiéndose en una auténtica odisea nocturna para Heinrich Jensen, un vecino de 81 años de la zona de Spjald, en Dinamarca. El lunes por la noche, el hombre volcó con su scooter de cabina mientras se dirigía al supermercado, que cerraba a las ocho de la tarde.
Su intención era comprar una barra de pan francés. Pero el trayecto acabó en un accidente estando solo y en horas de inmovilidad y frío en medio de un campo, sin que nadie apareciera o fuera consciente de su presencia. El incidente ocurrió en Ørnhøjvej, cerca de Grønbjerg, en una zona de tránsito limitado y con poca iluminación.
Según ha confirmado TV MIDTVEST, Jensen no fue encontrado hasta la 01:01 de la madrugada, momento en que un joven de 21 años que pasaba por la zona decidió detenerse al ver un scooter volcado junto al camino. Dentro, atrapado y desorientado, se encontraba el hombre de 81 años.
Un accidente muy frío
El hijo del afectado, Bo Jensen, explicó que su padre probablemente había salido de casa entre las seis y las siete de la tarde. “Dijo al hospital que iba a comprar pan francés, y el supermercado cierra a las ocho, así que al menos fue antes de eso”, relató. El cálculo coincide con la observación de la policía que comprobó que el motor del scooter estaba completamente frío, lo que sugiere que Heinrich llevaba varias horas expuesto al clima.
Aunque el anciano no sabía cuánto tiempo había permanecido tirado en el campo, la policía confirmó que se trató de un accidente en solitario. Según explicó el asistente de policía Morten Slot, el scooter se salió de la carretera en una curva y volcó, impidiendo al hombre salir por su cuenta.
Un gran susto
A pesar de la larga espera y de las bajas temperaturas nocturnas, Heinrich Jensen tuvo un desenlace afortunado. El joven que lo encontró llamó de inmediato a los servicios de emergencia, y el hombre fue trasladado al Hospital Regional de Gødstrup, donde fue examinado y dado de alta pocas horas después. Según publicó TVMV no sufrió lesiones físicas relevantes, aunque sí un fuerte susto.
Su hijo, visiblemente aliviado, agradeció profundamente la intervención del joven salvador. “Ha sido muy afortunado. Probablemente mucha gente pasó por su lado mientras estuvo tumbado allí tanto tiempo”, lamentó Bo Jensen. Él mismo visitó el martes a su padre para llevarle aquello que desencadenó toda la historia una barra de pan francés. Heinrich la recibió con humor y buen ánimo, celebrando estar de vuelta en casa tras una noche que pudo haber terminado de forma muy distinta.
