Un hombre se queda dormido durante su turno de trabajo y acaba acusado de homicidio involuntario
Ocurrió a finales de abril en Suecia.
Hay profesiones que implican una gran carga de responsabilidad, trabajos en los que una distracción, un descuido o un error mínimo puede tener consecuencias fatales. En estos casos, no solo está en juego la eficacia laboral, sino también la vida y la seguridad de otras personas.
Este tipo de empleos exigen un nivel de atención y compromiso constante, porque de ellos depende el bienestar de quienes necesitan cuidados, asistencia o supervisión permanente. Precisamente eso fue lo que no ocurrió en un suceso en Suecia, donde un simple acto de negligencia acabó en tragedia.
Un descuido fatal
El caso ha conmocionado a la localidad de Haparanda, al norte del país. Un asistente personal que debía velar por la seguridad de un usuario con necesidades especiales se quedó dormido durante su turno, dejando al paciente sin supervisión durante varias horas. Cuando finalmente despertó, era demasiado tarde ya que el usuario había muerto asfixiado.
El trágico incidente ocurrió a finales de abril, y las autoridades suecas han confirmado que el empleado se durmió durante un largo periodo de tiempo mientras debía estar pendiente de la persona a su cargo. Según los informes, la víctima dependía completamente del apoyo y la vigilancia del asistente para evitar situaciones de riesgo.
Acusado de homicidio involuntario
La Fiscalía sueca ha decidido presentar cargos contra el trabajador, acusándolo de homicidio involuntario por negligencia. El fiscal del caso, Joseph Ricken, explicó al medio público SVT que la responsabilidad del acusado era clara: “Es un accidente y, por supuesto, nada de lo que el asistente deseaba que sucediera. Pero la tarea es clara y la principal era ejercer supervisión y cuidado".
Ricken también señaló que es la primera vez que presenta cargos por un incidente de este tipo, lo que demuestra lo inusual y delicado del caso. La fiscalía sostiene que, aunque no hubo intención alguna de causar daño, la falta de atención directa provocó la muerte del usuario, lo que constituye un acto de negligencia grave en el cumplimiento de sus funciones.
Por su parte, el asistente personal admite haberse quedado dormido, pero niega haber cometido un delito, alegando que se trató de un accidente fortuito y que había cumplido con sus tareas de manera responsable antes del suceso.