¿Por qué estas lluvias no acabarán con la sequía?

¿Por qué estas lluvias no acabarán con la sequía?

La gran pregunta.

Vista general del embalse de Bellús (Valencia) que está desembalsando agua tras la gran cantidad de agua acumulada durante las últimas horas por las fuertes lluvias.EFE/Biel Aliño

¿Con todo lo que está lloviendo con la última DANA que se está traduciendo en lluvias torrenciales superaremos la situación de sequía en España? Si bien es innegable que que llueva algo es mejor que nada, la respuesta es negativa. A pesar de las escenas de inundaciones y centenares de incidencia que acompañan al temporal, el agua puede aliviar el escenario de estrés hídrico, pero ni de lejos solventarlo.

Esta es la conclusión a la que se llega en una información del medio especializado ElTiempo.es, en la que se explica hasta cuánto se mantendrán precipitaciones de esta intensidad en distintos territorios de la península. "Con su desplazamiento al noreste, sumado a su agotamiento, las tormentas afectarán a más zonas pero irán perdiendo intensidad", detallan en el citado portal.

Sin embargo, ya se destaca que aunque supondrán un alivio para los embalses que están en mínimos, la lluvia caída no atajará las consecuencias de la sequía. El primer factor que entra en juego es el mencionado volumen de precipitaciones, con especial incidencia en las áreas atlánticas que acusan una sequía de larga duración, es decir, durante varios años. Así, la clave pasaría por un escenario de varios meses con precipitaciones superiores a la media, pero tan sólo para empezar a aliviar la situación en dichas zonas.

El otro factor que entra en juego es el tipo de lluvia. Las precipitaciones que estamos viviendo son convectivas, es decir "grandes cantidades de lluvia pero en muy poco tiempo". Esto puede contribuir a aumentar el caudal de ríos y niveles de embalses, pero al desplazarse por el denominado concepto de escorrentía superficial no acaba penetrando en la tierra eficazmente y, por tanto, los acuíferos subterráneos no se ven beneficiados en igual medida.

Y esa es la clave. Los principales damnificados por la sequía en España son los acuíferos y las reservas subterráneas (véase la situación del parque natural de Doñana y su entorno). Para ello se requiere una lluvia que caiga de forma prolongada.

¿Cómo están lo embalses actualmente?

En un nuevo descenso, la reserva hídrica española se sitúa actualmente en el 47,7% de su capacidad, con un total de agua embalsada de 26.726 hectómetros cúbicos (hm³) de agua, después de descender 307 hectómetros cúbicos (0,5% de la capacidad de los embalses) en la última semana, la séptima consecutiva.

No obstante, "las lluvias de estos días ayudarán a frenar el avance de la sequía", especialmente en el sureste peninsular y en otras áreas de la vertiente mediterránea, donde no es de tan larga duración como en las cuencas del Guadalquivir o Guadiana, avanzaba Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

En la última semana las lluvias han afectado a la vertiente Mediterránea, mientras que han sido escasas en la Altántica; la máxima se ha registrado en Málaga, con 53,9 litros por metro cuadrado, según los datos facilitados por el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco).

En estos momentos, las cuencas más deficitarias siguen encabezadas por las del Guadalquivir (23,8%), seguidas de las internas de Cataluña (25,3%), Guadalete-Barbate (25,8%), Guadiana (32%), Segura (33,5 %) y la cuenca Mediterránea Andaluza (34 %).

En el lado opuesto, según los datos publicados por el Miteco, están las cuencas del Cantábrico; tanto el oriental (90,4 %), como el occidental (86,9 %), y las internas (85,7%); y a continuación, Galicia Costa, con el 84,1 % de su capacidad total.

Tendría que llover el doble de lo normal

Según el portavoz de la Aemet, desde el 1 de marzo hasta el 21 de mayo han caído en España 48 litros por metro cuadrado, por lo que, de momento, es la primavera más seca de la serie histórica, que arranca en 1961, lejos de alcanzar la primavera de 1995, en la que cayeron 86 litros por metro cuadrado, pero que podrían superarse con las precipitaciones que se esperan de aquí a finales de mes.

En el conjunto de España, y dentro del año hidrológico, desde el 1 de octubre de 2022 hasta el 21 de mayo, se llevan acumulados 360 litros por metro cuadrado cuando lo normal son 504 litros, es decir un 28 % por debajo de lo normal.

Tendría que llover más del doble de lo normal entre lo que queda de mayo y septiembre para acabar el año hidrológico en su valor normal, algo muy poco probable ya que hasta la fecha y, desde que hay registros, no ha sucedido nunca, según Rubén del Campo.

El ministro señala que no es suficiente para paliar las consecuencias de la sequía

Era el propio ministro de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Luis Planas, calificaba el jueves en Puente Genil (Córdoba) como "una buena noticia para el olivar, en algunas zonas, y también para los cítricos", la lluvia de "los últimos días", si bien ha reconocido que ello no solventa las consecuencias de la sequía que afecta al país.

En este sentido y en declaraciones a los periodistas, Planas ha explicado que se está "pasando un momento complicado", pues también es cierto que la lluvia "ha venido demasiado tarde para los cereales, pero es una buena noticia" para algunos cultivos, siendo esa "la parte positiva", mientras que "la parte negativa es que en algunas partes de España ha habido heladas muy tardías, en algunas zonas de viñedo, y también hemos tenido algunas tormentas de pedrisco, que no son buenas".

"El balance de todas formas -ha señalado- es que tenemos un poco más de agua de lo que preveíamos, aunque no solucionamos, desde luego, la sequía hidrológica que tenemos, pero sí que hemos conseguido, desde el punto de vista de las lluvias y de la aportación de agua, sobre todo para el sector del olivar, algunas aportaciones que estimo puedan ser positivas".