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Llegan a un bar, convencen al camarero para sentarse en una mesa que estaba reservada y el final es para perder la fe en el ser humano

Llegan a un bar, convencen al camarero para sentarse en una mesa que estaba reservada y el final es para perder la fe en el ser humano

Como para fiarse. 

Una camarera, poniendo el cartel de 'reservado' en una mesa.Getty Images

Los bares son unos lugares en los que se puede ver lo mejor y lo peor del ser humano. Lo mejor, cuando los clientes celebran y derrochan alegría. Lo peor, cuando muchas veces tras algún exceso las personas empiezan a desvariar y a comportarse como bestias. 

El usuario de TikTok @josehsm8 ha contado uno de estos últimos casos: "Me viene un grupo de chicos y me dicen: 'Perdona, ¿nos podemos sentar en esta mesa?'. A lo que yo les respondo: 'Esa mesa está reservada, chicos, lo siento mucho. No se puede". 

El hostelero subraya que "tenía el simbolito de la reserva en la mesa", el típico letrero en el que se puede leer "reservado": "Los chicos me vuelven a insistir y me dicen: 'Bueno, pero es que ahora no hay nadie, nos podemos sentar, ¿no?'. A lo que nosotros volvemos a repetirle que no, que la reserva está viniendo y que no se pueden sentar, dado que cuando la reserva llegue los van a pillar ahí". 

"Total, que los chicos cogen y nos dicen: 'No se preocupen, que nosotros cuando venga la reserva nos vamos'. Nosotros en ese momento confiamos y les dijimos: 'Venga, sentaos'. Y viene la reserva. ¿A que no sabéis qué hicieron los chicos? Sí, familia, los chicos se quedaron ahí", se lamenta el trabajador.

"Fuimos a la mesa a pedirles amablemente que se fueran y los chicos nos dijeron que no se iban, que todavía estaban bebiéndose una copa y que no se iban hasta que no se terminaran la copa. Por tanto, tuvimos que tener esperando a la reserva a otra mesa que se levantara y pudiéramos darla. Mi pregunta es: ¿qué hubierais hecho vosotros en este caso?", plantea.

En las respuesta destaca la de un usuario que afirma: "No dejarles sentarse, OBVIAMENTE. Soy yo el de la reserva y no vuelvo a tu restaurante". "Como idea: 'Sí, claro, paguen 100€ y en cuando venga la reserva y se levanten se lo devolvemos", propone otro.

"Yo te lo digo como cliente, si hago una reserva, digamos a las 22:00, llego puntual y me hacéis esperar por ese motivo, no vuelvo a pisar vuestro local y recomendaría a todos mis conocidos tampoco hacerlo", avisa otro.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Soy subdirector en El HuffPost España. Junto a todo el equipo, trato de que el medio conserve la esencia que le caracteriza desde su fundación: escuchar a la gente, no importa desde donde nos lea, apostando siempre por nuevos formatos y por el contenido que demanda la calle, tratado siempre con la máxima rigurosidad.

 

Sobre qué temas escribo

Me centro en virales, cultura digital y tendencias sociales, con especial atención a cómo ciertos fenómenos aparentemente ligeros abren la puerta a debates más profundos. Por ejemplo, el reportaje con el que se dio a conocer Alfredo Corell: “La charla de un profesor de universidad que puso en pie a todo un auditorio”. En aquella época, Corell era un desconocido para el gran público, pero a partir de ese artículo, que tuvo cientos de miles de lectores, su popularidad fue creciendo hasta convertirse en uno de los científicos más respetados de España, con galardones como el I Premio CSIC-Fundación BBVA de Comunicación Científica.

 

Mi trayectoria

Nací en Valladolid, estudié Periodismo en la Universidad de esa misma ciudad y fui becario en 'El Día de Valladolid'. Luego dejé mi tierra para cursar el Máster de Periodismo de la Universidad Autónoma de Madrid y trabajé un año en 'El País' antes de entrar a formar parte en 2012 del equipo de 'El HuffPost España'. Aquí he sido redactor de hard news, responsable de fin de semana, jefe de la sección de virales y, ahora, subdirector. Entre medias, durante un año fui jefe de redes sociales y multidistribución de contenidos en 'Los40'.

 

Una de mis aficiones es escribir ficción y he sido finalista en dos concursos literarios: el I Concurso de Microrrelatos 5’ y el Premio Internacional de Microtextos Garzón Céspedes.

 


 

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