Unos carniceros alertan de un error imperdonable al freír carne en la sartén: "Aunque parezca extraño, hay muchísima gente que hace esto"
"Se va a recocer ahí", advierten.
Los carniceros de la popular Carnicería de San Sebastián Etxezarreta, que tienen cerca de 100.000 suscriptores en YouTube, han alertado de un error que muchas personas cometen al freír carne, especialmente pechugas de pollo, en la sartén.
"Error número uno: no esperar a que se caliente bien el aceite. Echamos aceitito, pones al fuego sin ninguna paciencia y pones la pechuga. ¿Qué pasa? Pues que ahí está, empapada en aceite. Va a chupar aceite, se va a recocer ahí y va a ir calentándose poco a poco y se va a cocer y empapar", avisan los profesionales.
Uno de los carniceros subraya que "aunque parezca extraño hay muchísima gente que hace esto, lo de no esperar a que se caliente el aceite": "Lo mismo con las pechugas como con los filetes de vacuno".
De hecho, mientras dicen todo eso, ellos mimos fríen una pechuga con ese método erróneo. "Ya veis el color que se le ha quedado. No hagáis esto. Color mustio, pálido, el interior se ha cocido y ha chupado todo el aceite de la sartén. Una sosada. Cocido".
Además, aseguran que otro error muy común es utilizar pechugas demasiado gruesas. Eso, advierten, provoca que la carne no se haga bien en el interior y es algo que no se recomienda sanitariamente. Por eso, para hacer correctamente un trozo grueso de pollo habría que utilizar "fue muy suave y mucha paciencia".
En cualquier caso, señalan que otro error es justo el extremo contrario: "Hacer demasiado la pechuga".
¿Y la sal es mejor antes, durante o después?
Ambos carniceros tomaron notable relevancia hace unos meses, cuando hicieron un experimento para determinar si es mejor echar la sal a la carne antes, durante o después de cocinar.
Cataron primero el trozo de carne al que habían echado la sal tras hacerlo a la plancha y sentencian: "Muy bueno. Es como lo suelo comer yo en casa".
Luego probaron a echar la sal mientras se va cocinando. Uno creía que no había mucha diferencia, pero el otro no lo dudaba: "Yo me quedo con la uno. Me ha parecido que queda más sosa y creo que menos jugo. Al masticar se nota más jugo".
Por último cataron el sazonado antes de cocinar y decían que no le veían mucha diferencia, aunque admitían que no dejaron la sal mucho tiempo en la carne antes de cocinarla: "Afectaría media hora antes, quizás lo hubiéramos notado. Está muy parecido al segundo".