El presupuesto de la UE, a debate con divisiones entre Norte y Sur

El presupuesto de la UE, a debate con divisiones entre Norte y Sur

EFE

El debate de los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) sobre el presupuesto comunitario para el periodo 2014-2020 ha empezado tarde y con divisiones. Las fuertes divergencias han retrasado casi seis horas el inicio de la cumbre.

"Tenemos que llegar a un acuerdo presupuestario para lo que queda de decenio. Simplemente tenemos que hacerlo", subrayó el presidente del Consejo Europeo, el belga Herman Van Rompuy, al dar por iniciada la reunión a las 19.45 GMT, que se había previsto que comenzara a las 14.00 GMT y que se retrasó hasta en tres ocasiones.

Las reuniones bilaterales que Van Rompuy ha mantenido en esas seis horas con las diferentes delegaciones y en las que, en algunas de ellas, han estado presentes los presidentes de la Comisión y el Parlamento Europeos han escenificado las divisiones entre el Norte y el Sur de Europa.

Los líderes, que se espera que trabajen durante toda la noche en busca de un consenso, tendrán que decidir sobre las cifras del presupuesto comunitario de los próximos siete año, que es inferior al billón de euros y que representa menos del 1 % del Producto Nacional Bruto (PNB) del conjunto de los Veintisiete.

"Antes de que nos metamos de lleno en la negociación, tengamos en mente que necesitamos un presupuesto para el futuro, que esté centrado en el crecimiento y la creación de empleo para los jóvenes", señaló Van Rompuy.

El presidente del Consejo agregó que tiene que ser "un presupuesto efectivo para crear empleo y afrontar la crisis".

"Necesitamos un compromiso, pero todavía no estamos ahí. Empecemos a trabajar", señaló el presidente del Consejo que abrió la reunión en el mismo punto en que quedó en noviembre pasado, cuando la anterior cumbre sobre presupuesto fracasó.

El proyecto presupuestario de noviembre, que prometió "matizar" pero del que no presentó nuevas cifras durante sus reuniones bilaterales, contempla la suma de 973.000 millones de euros, 80.000 millones menos que la propuesta presentada por la Comisión Europea (CE) y 20.000 millones menos respecto al presupuesto de 2007-2013.

No se descarta, según fuentes diplomáticas, que Van Rompuy en las nuevas cuentas proponga un recorte adicional de entre 10.000 y 15.000 millones de euros, un "tijeretazo" suplementario que ya algunas delegaciones han señalado que no aceptarán.

Los líderes tienen que cerrar un presupuesto que sirva para 28 países miembros, ya que Croacia se incorporará al club comunitario el próximo 1 de julio.

Tendrán que ser unas cuentas que promuevan el crecimiento y el empleo, al tiempo que sean rigurosas en el gasto, dos factores que complican un acuerdo.

Los Estados miembros llegaron muy divididos a la cumbre, con una clara diferencia entre países como España, Italia y Francia, que rechazan recortes y abogan por que los fondos europeos sigan sufragando las políticas agrarias y de cohesión, y por otro lado Reino Unido, Holanda, Alemania, Suecia y Finlandia, que defienden más austeridad presupuestaria.

"Cada uno defiende sus intereses, pero el consenso debería ser la perspectiva", afirmó a su llegada el canciller austríaco, Werner Faymann, que agregó que en medio de la crisis y "con tantos desempleados sería un fracaso no llegar a un acuerdo".

El primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, compartió esa opinión, al afirmar que si los líderes no logran el consenso demuestran al exterior que son "incapaces" de acordar sus propias finanzas en un momento de crisis y de incertidumbre en los mercados financieros.

Si los mandatarios europeos no lograran un acuerdo sobre el presupuesto, tendrían que celebrar otra cumbre, algo complicado ante la cercanía de las elecciones alemanas, o aprobar un marco financiero anual.

Además, aunque consiguieran un acuerdo, las cuentas tendrían que lograr la luz verde de la Eurocámara, que ya ha amenazado con vetar cualquier presupuesto que no atienda sus peticiones clave en materia de generación de crecimiento y empleo.