La curiosa historia del Eibar, un club saneado que llega a Primera
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La curiosa historia del Eibar, un club saneado que llega a Primera

EFE

Eibar es un pequeño municipio de apenas 27.000 habitantes en la provincia de Guipúzcoa. Este domingo, su equipo de fútbol venció al Alavés (1-0) y consiguió su primer ascenso a Primera División. El año pasado, jugaba en Segunda B.

Los armeros son habitualmente puestos en el mundo del fútbol como el ejemplo de buen funcionamiento de un club. El equipo vasco está completamente saneado y tiene deuda cero, algo casi imposible en el balompié actual.

Pero no todo es tan bonito. El Consejo Superior de Deportes comunicó en febrero que el Eibar debe disponer de un capital social de 2.146.525,95 euros para poder seguir compitiendo en el fútbol profesional, según lo fijado en la legislación de sociedades anónimas deportivas.

Como actualmente el equipo vasco posee un valor en acciones de 422.253 euros, necesita ampliarlo en 1,7 millones de euros antes del 6 de agosto de 2014. ¿Qué pasaría si no lo consigue? Todo su gozo en un pozo: descendería, de nuevo y automáticamente, a Segunda B.

La normativa de sociedades anónimas estipula que los clubes que retornan a Segunda A desde Segunda B -el Eibar subió en junio pasado- deben ampliar su potencial económico y poseer en nuevas acciones un dinero equivalente al 25% de la media de los presupuestos de los clubes de su categoría.

Además, dicha normativa establece que en caso de que haya un saldo patrimonial negativo, que no es el caso porque el Eibar está bien económicamente y su patrimonio es positivo, debería estar completamente desembolsado y habría que añadirlo al capital fijado por el CSD.

SAD DESDE 1992

El Eibar se transformó en sociedad anónima deportiva en 1992 cuando tuvo que suscribir un capital de 66 millones de las antiguas pesetas (unos 400.000 euros), pero al descender a Segunda B y permanecer más de dos temporadas fuera del fútbol profesional, en su retorno a Segunda A cuatro años después debe cumplir de nuevo la ley de sociedades anónimas.

El club guipuzcoano, el más modesto de la categoría de plata, con un presupuesto inferior a 4 millones de euros, lo tendrá muy difícil para vender 1,7 millones de euros en acciones en seis meses y poder seguir así en el balompié profesional.

Pero por intentarlo no va a quedar. El presidente del club, Álex Aranzábal, ha emprendido una campaña de captación de nuevos socios. Ese plan pasa por "suscribir 34.486 acciones a un nominal de cincuenta euros. La diferencia, diez euros por acción, la pone el club de sus propias reservas".

"Entre el éxito deportivo o el éxito económico, siempre hemos tenido claro que tenemos que hacer prevalecer la importancia de que la economía esté ordenada. Solo a partir de una base sólida y de una gestión económica racional, construir un proyecto deportivo", insistió Aranzábal.

El Eibar lucha, en cualquier caso, para que el club no caiga en manos de uno o varios grandes inversores. "Se introdujo una modificación en los estatutos poniendo un límite de 100.000 euros. Es poner trabas a la propia operación pero no queremos cubrir la ampliación de cualquier manera. Es muy importante aferrarse a esa idiosincrasia de club popular", subrayó el presidente.

De momento, el club ha recaudado algo más del 30% de lo necesario. El tiempo corre en su contra, aunque el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Miguel Cardenal, ha asegurado que si el Eibar no consigue el objetivo "sería el primero en hacer los ajustes necesarios en la norma".

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Soy subdirector en El HuffPost España. Junto a todo el equipo, trato de que el medio conserve la esencia que le caracteriza desde su fundación: escuchar a la gente, no importa desde donde nos lea, apostando siempre por nuevos formatos y por el contenido que demanda la calle, tratado siempre con la máxima rigurosidad.

 

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Me centro en virales, cultura digital y tendencias sociales, con especial atención a cómo ciertos fenómenos aparentemente ligeros abren la puerta a debates más profundos. Por ejemplo, el reportaje con el que se dio a conocer Alfredo Corell: “La charla de un profesor de universidad que puso en pie a todo un auditorio”. En aquella época, Corell era un desconocido para el gran público, pero a partir de ese artículo, que tuvo cientos de miles de lectores, su popularidad fue creciendo hasta convertirse en uno de los científicos más respetados de España, con galardones como el I Premio CSIC-Fundación BBVA de Comunicación Científica.

 

Mi trayectoria

Nací en Valladolid, estudié Periodismo en la Universidad de esa misma ciudad y fui becario en 'El Día de Valladolid'. Luego dejé mi tierra para cursar el Máster de Periodismo de la Universidad Autónoma de Madrid y trabajé un año en 'El País' antes de entrar a formar parte en 2012 del equipo de 'El HuffPost España'. Aquí he sido redactor de hard news, responsable de fin de semana, jefe de la sección de virales y, ahora, subdirector. Entre medias, durante un año fui jefe de redes sociales y multidistribución de contenidos en 'Los40'.

 

Una de mis aficiones es escribir ficción y he sido finalista en dos concursos literarios: el I Concurso de Microrrelatos 5’ y el Premio Internacional de Microtextos Garzón Céspedes.

 


 

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