El Barça continúa persiguiendo su leyenda (3-1)
El Barça continúa persiguiendo su propia estela, la que dejó aquel equipo histórico de Pep Guardiola que logró seis títulos en un año. Luis Enrique va camino de lograr tamaño éxito tras conquistar en Berlín la Champions League, el tercer entorchado tras la Liga y la Copa del Rey.
Tres goles de Rakitic, Suárez y Neymar han permitido a los blaugranas ganar su quinta Copa de Europa en un sufrido partido ante la Juventus (3-1), que plantó cara hasta el final, sobre todo desde el empate de Morata a los diez minutos de la segunda mitad. Los de Allegri estuvieron muy cerca de aguarle la fiesta al Barça, pero terminaron claudicando ante un equipo en plena forma, que sigue aspirando a todo.
Comenzó muy bien la final para el Barcelona, que a los cinco minutos ya se veía por delante en el electrónico. Una maravillosa combinación grupal entre Neymar, Iniesta y Rakitic terminó con el croata batiendo a Buffon y poniendo el partido cuesta abajo.
No había dado tiempo a que el partido se moviera en la estrategia ni en el miedo. El Barça comenzaba dando un golpe sobre la mesa y la Juve trataba de buscar el ataque con muy poca fortuna y sin apenas ideas. Los de Luis Enrique manejaban el partido hasta terminar de inyectarle cloroformo a mediados de la primera parte, donde parecía que todo iba a salir bien.
De hecho, el mejor de la Juventus en la primera parte fue Buffon, que sacó un par de manos providenciales para evitar el segundo culé. Y cerca estuvo de ver cómo Suárez le batía con un zurdazo, pero el cuero salió lamiendo el poste.
Los italianos se marcharon al descanso enfadados con el árbitro por una supuesta falta al borde del área a Pogba, pero en realidad era la frustración por el mal juego lo que preocupaba a los jugadores de la Juve.
MORATA PUSO LOS NERVIOS
En el segundo tiempo el Barça saltó al césped con ganas de solventar rápido la final y poco faltó para ello en un contragolpe bien llevado por los de Luis Enrique, que Suárez culminó con un buen disparo y que Buffon envió a la esquina.
Pero cuando ya resonaban los olés en Berlín, llegó el tanto del empate de Morata. Un ataque de la Juve mal defendido por la zaga blaugrana terminó con un disparo de Tévez y un mal despeje de Ter Stegen, que dejó el cuero a los pies de Morata para empujarlo a la red.
El exmadridista ponía los nervios sobre el Barça, que comenzó a mostrar sus dudas. La Juve vivió sus mejores momentos, con ataques constantes, con jugadas de peligro por las bandas ante el cansancio culé en el centro del campo.
Pero los de Allegri no supieron aprovechar su momento y la pegada del Barcelona en ataque fue suficiente para recobrar la ventaja. Messi, que no marcó y mantuvo un papel secundario durante toda la final, arrancó con la pelota y buscó con un tiro duro la portería de Buffon, quien respondió con una buena estirada, insuficiente para alejar la pelota, que quedó a los pies de Suárez. El uruguayo, como siempre letal, se adelantó a la defensa para marcar el segundo, un gol clave en el partido.
Quedaban 20 minutos para el final, pero el golpe parecía letal sobre la Juventus, que vio cómo el árbitro anulaba un gol de Neymar que, en su remate de cabeza, terminó tocando el balón con la mano.
El partido fue muriendo hasta el final y dejando momentos históricos en el camino, como la entrada de Xavi para disputar sus últimos minutos como culé tras sustituir a Iniesta.
Allegri introdujo a Llorente para dar aire fresco a su ataque, pero el vasco no tuvo opciones ante la escasez de ideas de los suyos.
Cuando el estadio aguantaba la respiración durante el descuento y los italianos se lanzaban al ataque con todo, un balón despejado hacia arriba lo recogió Pedro, quien cedió a Neymar para que éste fusilase a Buffon y pusiera la sentencia en el marcador.
Tres goles y tres títulos este año para un Barça que va camino de repetir una gesta histórica y volver a entrar en la leyenda del fútbol mundial. Tres títulos más esperan en el horizonte.