5 claves que no puedes obviar si quieres encontrar trabajo (o cambiar de empresa)

5 claves que no puedes obviar si quieres encontrar trabajo (o cambiar de empresa)

"Cada época tiene sus peculiaridades y tienes que saber cómo hacerlo: adaptarte a la conversación y al formato de cada momento".

Getty Images

Como decía la canción: nada es igual, pero nada ha cambiado. La forma de buscar empleo en España ha sufrido grandes transformaciones en los últimos años, aunque los expertos subrayan que, en realidad, la esencia es la misma: intentar distinguirse del resto para seducir a una empresa.

Con todo, la irrupción de la tecnología y la explosión de las redes sociales han modificado para siempre las vías y las estrategias para encontrar un trabajo. "Buscar empleo nunca será más fácil o más difícil que antes. Lo que pasa es que cada época tiene sus peculiaridades. Y tienes que saber cómo hacerlo, adaptarte a la conversación y al formato de ese momento", explica a El HuffPost Ximo Salas, asesor estratégico en Recursos Humanos y Social Media

Los expertos coinciden, de hecho, en que es muy posible que en la actualidad haya "mejores posibilidades" para encontrar un empleo que hace unos años.

Aquí te mostramos cinco cosas que han cambiado para buscar trabajo en los últimos tiempos... y una que sigue exactamente igual.

Los expertos lo aseguran de forma unánime: las redes sociales se han convertido en el principal canal para buscar un empleo. Y, dentro de ellas, destaca con claridad LinkedIn seguida a mucha distancia por Facebook y Twitter. "Son un escaparate impresionante para las personas que quieren trabajo", advierte Iria Vázquez, directora de Servicio y Calidad de Adecco.

Pero las redes sociales no son suficientes por sí mismas. Hay que hacer un uso eficiente de ellas. Por ejemplo, Ximo Salas subraya que para tener efectividad en LinkedIn es fundamental tener "un perfil bien currado, con las cosas básicas bien puestas, de forma que los reclutadores te puedan encontrar".

Esa es la base para que las empresas que realizan búsquedas en las redes sociales se topen con un candidato. Pero hay más. "También hay que tener conversación. No puedes ser un mero espectador, sino participar: publicar cosas, comentarlas, ofrecer cosas. Ser un candidato activo", recomienda Salas.

Por mucho que te 'curres' tu presencia en las redes y trabajes en la búsqueda de un empleo, debes tener un dato muy en cuenta: se estima que el 80% de las ofertas de trabajo son ocultas. Es decir, no se publican en ninguna parte y se cubren principalmente a través de los contactos de los reclutadores, de las empresas o de personas cercanas.

Así que en este aspecto han cambiado muy poco las cosas: los contactos tenían antes mucha importancia y en la actualidad se mantiene exactamente igual. Lo que sí se ha modificado es la forma en que se conecta con las personas.

"Antes eran básicamente contactos que se establecían por relaciones personales directas, y en la actualidad la gran mayoría de los contactos se crean a través de las redes sociales como LinkedIn, Twitter, Facebook o beBee", señala Alfredo Vela, experto en habilidades directivas y social media marketing, quien alerta de que no tener presencia activa en esas redes hace que el desempleado no entre en los círculos de contactos y sus posibilidades de acceder a estos trabajos sean casi inexistentes.

La tecnología ha provocado que, en muchas ocasiones, el número de candidatos que optan a un puesto de trabajo se multipliquen. Si antes lo normal es que los procesos de selección contasen con 25 o 30 aspirantes, ahora esa cifra puede ascender a 1.000. Así que quienes optan a esa plaza deben diferenciarse del resto, llamar la atención del reclutador. Y eso ha provocado que la forma de postularse haya cambiado por completo.

"O haces valer mucho tus competencias, las características que te hacen distinto y mejor para esa posición, o realmente lo tienes difícil", advierte Iria Vázquez, de Adecco, quien recomienda cambiar la candidatura en función del puesto al que se opte: "No todas las posiciones son iguales ni se ponen en valor las mismas competencias. Ni siquiera todas las empresas son iguales".

Así que ahora se premia la originalidad mucho más que antes. Pero esa palabra hay que cogerla con pinzas. "No lo llamaría originalidad con la connotación de hacerlo bonito. La originalidad consiste en que, cuando tú envías un currículum, o eres capaz de hacer que el reclutador que lo recibe diga 'este es mi hombre' o difícilmente pasarás la criba inicial que te van a hacer", avisa Ximo Salas.

Y, para lograrlo, el currículum debe ser totalmente personalizado y destinado a cada oferta. Por lo tanto, subraya, no sirve para nada "ese currículum que teníamos todos hasta 2008 o 2010, que se podía enviar a cualquier lugar porque estaba revisado. "Ahora te lo tienes que currar, hacer el ejercicio de intuir qué es lo que quiere la empresa para plasmarlo en un papel", zanja el experto.

Antes había dos vías principales para buscar empleo: los anuncios en la prensa y llevar el currículum en mano a la empresa. Eso hace tiempo que pasó a la historia. Ambos métodos han sido sustituidos por las redes sociales, las apps de empleo como Job Today y los portales de empleo como Infojobs, Infoempleo o Monster.

Pero el tiempo avanza rápido e incluso estas últimas vías comienzan a perder protagonismo. Según Ximo Salas, eso se debe a que tienen poca efectividad para las empresas debido a la masificación que sufren. "Los reclutadores pueden conseguir 1.200 candidatos con un anuncio, pero escasamente un 10% de ellos les será útil", constata.

Eso sucede, en opinión de este experto, por el altísimo paro que sufre España en los últimos años, que hace que quien no tiene trabajo opte a cualquier puesto por desesperación, sin tener en cuenta que la oferta pide unos requisitos que él no cumple. "La gran cantidad de demandantes de empleo hace que la calidad de los que se apuntan disminuya. Y para el reclutador pierde atractivo", insiste Salas.

Eso crea, además, otro efecto: el candidato cada vez desconfía más de los portales de empleo porque a la gran mayoría no les llaman. "En realidad no es un problema del portal, sino de que la gente se está apuntando a cualquier cosa y nunca les llamarán", advierte Salas.

La forma de buscar empleo ha cambiado casi tanto como el mercado laboral en España. Alfredo Vela destaca dos diferencias principales con respecto a hace unos años. Por un lado, la desaparición del concepto del 'trabajo para toda la vida' y el cambio de mentalidad que esto ha producido y que todavía muchas personas no ha asimilado.

"El segundo es la digitalización de trabajo en la búsqueda del mismo, que mucha gente todavía no ha afrontado y que les puede costar ser inempleables a medio plazo", completa. Pero Iria Vázquez, de Adecco, añade algo más: "Se ha abierto más la brecha formativa".

"Tenemos un mercado laboral en el que sobreproducimos personas muy cualificadas. Esto tiene que ver con las titulaciones universitarias, que cada vez tenemos más. Y por otro lado cada vez tenemos una tasa de abandono escolar más alta. Esto quiere decir que un 21% de las personas abandonan sus estudios", explica. La consecuencia, asegura, es que cada vez hay menos gente con titulaciones vinculadas a la FP y, por tanto, "hay escasez de profesionales en determinados oficios que tienen que ver con conocimientos técnicos muy concretos".

Sólo ha cambiado el nombre. Los expertos coinciden en señalar que el SEPE (el antiguo INEM) ni tiene ni ha tenido nunca mucha eficacia ("es casi irrelevante", critican) en la búsqueda de empleo y señalan que su actividad principal va más relacionada con la formación a desempleados.

"Actividad que es muy necesaria, pero que hay que repensar, ya que los programas formativos en algunos casos no se ajustan a las demandas del mercado de trabajo", propone Alfredo Vela. No sólo eso. En su opinión, el SEPE debería también sufrir cambios de forma "urgente y prioritaria" en cuanto a su tarea de orientación laboral porque "no lo hace ni en cantidad suficiente, ni de forma eficaz".

"Uno de los principales problemas del Servicio Público de Empleo es que casi hace lo mismo que hace 20 años, y el mercado laboral ha cambiado radicalmente, los métodos de búsqueda de empleo también, y la formación que necesitan los desempleados para tener posibilidades en el mercado de trabajo son muy diferentes", lamenta Alfredo Vela.

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Soy subdirector en El HuffPost España. Junto a todo el equipo, trato de que el medio conserve la esencia que le caracteriza desde su fundación: escuchar a la gente, no importa desde donde nos lea, apostando siempre por nuevos formatos y por el contenido que demanda la calle, tratado siempre con la máxima rigurosidad.

 

Sobre qué temas escribo

Me centro en virales, cultura digital y tendencias sociales, con especial atención a cómo ciertos fenómenos aparentemente ligeros abren la puerta a debates más profundos. Por ejemplo, el reportaje con el que se dio a conocer Alfredo Corell: “La charla de un profesor de universidad que puso en pie a todo un auditorio”. En aquella época, Corell era un desconocido para el gran público, pero a partir de ese artículo, que tuvo cientos de miles de lectores, su popularidad fue creciendo hasta convertirse en uno de los científicos más respetados de España, con galardones como el I Premio CSIC-Fundación BBVA de Comunicación Científica.

 

Mi trayectoria

Nací en Valladolid, estudié Periodismo en la Universidad de esa misma ciudad y fui becario en 'El Día de Valladolid'. Luego dejé mi tierra para cursar el Máster de Periodismo de la Universidad Autónoma de Madrid y trabajé un año en 'El País' antes de entrar a formar parte en 2012 del equipo de 'El HuffPost España'. Aquí he sido redactor de hard news, responsable de fin de semana, jefe de la sección de virales y, ahora, subdirector. Entre medias, durante un año fui jefe de redes sociales y multidistribución de contenidos en 'Los40'.

 

Una de mis aficiones es escribir ficción y he sido finalista en dos concursos literarios: el I Concurso de Microrrelatos 5’ y el Premio Internacional de Microtextos Garzón Céspedes.

 


 

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