Berlín y París respaldan en nuevo Tratado una UE "unida, eficaz y fuerte"

Berlín y París respaldan en nuevo Tratado una UE "unida, eficaz y fuerte"

Completa el que rubricaron en el año 1963.

Macron (izq) y Merkel (der).

El Tratado de Cooperación e Integración entre Alemania y Francia firmado este martes en Aquisgrán completa el que rubricaron en 1963 y en él ambos afirman que su "amistad" es indispensable para una Unión Europea "unida, eficaz, soberana y fuerte".

Pensado en principio para ser firmado en 2018, cuando se cumplían los 55 años de tratado que puso las bases de la cooperación entre antiguos rivales, el momento no era adecuado puesto que en Berlín no había aún Gobierno tras los comicios del año anterior.

Un año más tarde Berlín y París afirman que el Tratado de 1963 contribuyó a tejer una "red sin precedentes" de relaciones bilaterales y apuestan por poner las bases de la cooperación que requieren los desafíos del siglo XXI.

Ambos países afirman ser conscientes de sus derechos y obligaciones como miembros de Naciones Unidas y comprometidos en un orden internacional "basado en las reglas y en el multilateralismo" y confirman que hay que actuar con "urgencia" para proteger el clima y la biodiversidad.

El texto se organiza en 28 artículos distribuidos en 7 capítulos: asuntos europeos; paz, seguridad y desarrollo; cultura, educación, investigación y movilidad; cooperación regional y transfronteriza; desarrollo sostenible, clima, medioambiente y asuntos económicos más dos sobre su organización y disposiciones finales.

  Merkel y Macron firman Tratado de Aquisgrán como nuevo impulso bilateral y UE.

En relación a la UE apoyan una "política exterior y de seguridad común eficaz y fuerte" y un refuerzo y profundización de la unión económica y monetaria, al tiempo que promueven la "convergencia económica, fiscal y social".

Apoyan en materia de paz y seguridad la convergencia de sus objetivos y aluden a que en caso de agresión a sus territorios se comprometen a prestarse ayuda, "incluida la fuerza armada"; además apoyan dar "coherencia y credibilidad" a Europa en materia militar.

En relación al Consejo de Seguridad de la ONU, se comprometen a apoyar su reforma y afirman que la inclusión de Alemania en ese gremio como miembro permanente es una 'prioridad'.

Los planes en marcha

En este aspecto el Tratado se abstiene de mencionar la idea de contar con una representación única de la UE en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde son miembros permanentes Francia y el Reino Unido.

En el ámbito cultural Berlín y París se dicen decididos a crear un "espacio cultural y mediático común" y abogan por acercar sus respectivos sistemas educativos, además de apoyar el incremento del número de alumnos que estudien la lengua del otro país.

En cuanto a la cooperación regional y transfronteriza los firmantes apoyan la "eliminación de obstáculos" en esas zonas para aplicar proyectos que "faciliten la vida cotidiana de los habitantes de esos territorios", pero dentro del respeto de las normas constitucionales de cada Estado.

En cuanto al medioambiente afirman su compromiso a aplicar lo establecido en el Acuerdo de París de 2015 y para "garantizar la integración y la protección del clima en todas las políticas".

Desde el punto de vista económico Berlín y París se ponen como objetivo la creación de una "zona económica franco-alemana con reglas comunes" y la armonización bilateral de legislación para "favorecer la convergencia" entre los dos Estados y mejorar la competitividad de sus economías.

Por último, el Tratado establece que los Gobiernos alemán y francés celebrarán reuniones bilaterales "al menos una vez al año" y que ambos fijarán, dentro del ya existente Consejo de Ministros franco-alemán, un programa plurianual de proyectos de cooperación.