Avisan de que en la profesión más cotizada se pagan sueldos muy atractivos: buscan gente y pagan hasta 5.000 euros al mes
La escasez de conductores en Europa ha convertido el volante en oro: las empresas pagan sueldos récord mientras el sector envejece y los jóvenes le dan la espalda.

“Yo, para ser feliz, quiero un camión”, cantaban Loquillo y Los Trogloditas, cuando aquello sonaba más a la chulería gamberra de los ochenta que a una profecía laboral. Cuarenta años después de que la canción viese la luz, Europa tiene un problema de falta de manos, o mejor dicho, de camioneros. Por eso, el continente está desesperado por encontrar a alguien que diga, en serio, lo que cantaba Loquillo.
La falta de profesionales del transporte ha puesto en jaque la logística en Europa y lo que antes era un trabajo duro, muy poco reconocido, se ha convertido ahora en una de las profesiones más codiciadas. Los salarios que pueden pagar algunas empresas europeas, posiblemente, ayuden a explicar su desesperación: hasta 5.000 euros al mes para quien acepte vivir en la carretera.
Según la Asociación Internacional del Transporte por Carretera (IRU), publica Newsauto, faltan más de 3,6 millones de camioneros en toda Europa. El sector envejece a marchas forzadas y los jóvenes ya no quieren saber nada de pasar semanas fuera de casa, subidos en un camión. En Alemania, la edad media supera los 48 años; en Francia ronda los 47; en Grecia, los 51... y otros miles se jubilarán en la próxima década, sin relevo a la vista.
Los sueldos se disparan
Con tantos camiones sin nadie al volante, el dinero se ha convertido en el único reclamo para encontrar nuevos camioneros. En Alemania, Bélgica y Holanda, los transportistas internacionales cobran entre 3.500 y 4.000 euros netos, mientras que en países nórdicos llegan a pagar hasta los 5.000. La subida se considera una mejora histórica dentro del sector, aunque la realidad diaria apenas ha cambiado: jornadas maratonianas, largas semanas fuera de casa y pocas áreas de descanso en condiciones.
En el sur también rugen los motores de los camiones que esperan conductor. En España y Grecia, los sueldos rondan los 2.500 o 3.000 euros, incluyendo los bonus, las dietas y el alojamiento como cebo para retener a los pocos que quedan. Sin embargo, ni con esas aparecen nuevos candidatos. Las ausencias prolongadas, los horarios imposibles y la falta de infraestructuras adecuadas pesan más que las nóminas abultadas.
Así que sí: Loquillo y Los Trogloditas lo cantaban por diversión, pero hoy Europa lo canta por necesidad… aunque pocos parecen dispuestos a coger el micrófono.
