Dani, lampista de 29 años, revela el 'lujo' de ser autónomo tras dejar su empleo fijo y habla claro sobre el exceso de peticiones de trabajo: "He dicho que no a faenas porque no me apetecía"
Un lampista catalán cuenta cómo dejó un empleo fijo para hacerse autónomo, vivir de su oficio, las redes y una tienda online, ganando libertad pese a la incertidumbre.

Se dice que ser autónomo en España es un deporte de riesgo, entre impuestos, cuotas, obligaciones fiscales, facturación y morosidad, pero para otros supone convertirse en su propio jefe parra perseguir sus sueños profesionales y económicos, ganando en libertad. Es el caso de Daniel Rojas, conocido en redes como Constructipp, que explica en Sector Oficios Podcast cómo le ha ido trabajando por cuenta propia en el último año.
"Ahora que se ha ido el Borja, vamos a hablar tú y yo, ¿no?". La frase suena a broma interna, pero resume bien el punto de inflexión de Dani, lampista catalán de 29 años que decidió dejar un empleo fijo en una gran empresa de instalaciones para hacerse autónomo, vivir de su oficio y, de paso, monetizar los vídeos que sube a redes sobre su día a día entre cables, calderas y aires acondicionados.
Dani trabajaba en una empresa de unos 50 empleados, “supercontento”, con buen ambiente y una nómina que rondaba los 1.800 euros netos al mes como oficial en Cataluña. "Vivía bien, tenía mis 'caprichitos' igual que ahora, ¿eh? No ha cambiado nada en ese sentido y estaba contento", reconoce. Pero había un problema: cada vez que quería ir a una feria del sector o colaborar con una marca, se veía pidiendo favores al jefe y sintiéndose en deuda. Hasta que un día decidió volar solo: se hizo autónomo, abrió su propio camino y ahora el único a quien da explicaciones es a su mujer.
De empleado cómodo a autónomo desbordado (pero libre)
Su caso se parece al de muchos profesionales de oficios que hoy están viendo cómo se disparan la demanda y los precios mientras faltan manos cualificadas. En su zona trabaja sobre todo en pueblos como Collbató, Esparreguera, Martorell o El Bruc, y evita bajar a Barcelona, salvo que el trabajo lo compense: "Bajar a Barcelona es un caos. Si es una faena bien pagada, bajo. Si no, me quedo por la zona".
El salto al alta en autónomos no fue de película. No pudo capitalizar el paro porque ya se había dado de alta antes, y la primera gran inversión fue una furgoneta de segunda mano por 4.500 euros que acabó convirtiéndose en un pozo sin fondo: "La dejé en casa, parada tres semanas… Cuando empecé a trabajar por mi cuenta, al segundo día empieza a perder aceite por un tubo… Me habré gastado 2.000 euros más en la furgoneta. Me ha costado como una Mercedes nueva".
Aun así, la conclusión es clara: hay trabajo de sobra. Reconoce que ha rechazado faenas simplemente porque no le apetecían, no por chulear, sino porque podía elegir otras que le encajaban más: "He dicho que no a muchas faenas porque no me apetecía hacerlas… La faena ahora está así, yo creo. Hay mucha faena".
Redes sociales, tienda online y consultas técnicas: el nuevo modelo del lampista
Dani no solo vive de instalar aires, termos o calderas. También se ha convertido en una especie de lampista influencer: graba vídeos explicando problemas reales de casas y pisos, recomienda soluciones y responde a cientos de dudas técnicas de gente que quiere hacerse autónoma o que no entiende una instalación.
Borja admite que "hacer un vídeo a lo mejor me lleva hora y media grabarlo, hora y media editar y luego súbelos, responde todos los comentarios… No es tan fácil". En algunos anuncios vitales, como cuando contó que iba a ser padre, llegó a recibir "sin exagerarte 10.000 personas" escribiéndole.
Además, ha dado un paso más: ha montado una tienda online donde vende pequeños productos que ha probado antes en su propia casa. Uno de los más virales ha sido una pieza para el sifón de la ducha que evita los malos olores: "A mí me olía fatal la ducha… Lo compré, lo probé y dije: ‘Coño, tengo que hacer un vídeo porque esto ayuda a la gente, tío, de verdad’… Compré 20 y en dos días los vendí todos".
Tiene claro que el margen es pequeño y que esto no es para hacerse rico, pero sí una pata más de su modelo híbrido: oficio de siempre, más redes, más venta online, más asesoría.
Revisiones del hogar: el proyecto para cuando compres un piso y no tengas ni idea
El siguiente paso lo está preparando junto a otro profesional del sector, Alex. La idea es lanzar una empresa de "revisiones del hogar" dirigida a gente que quiere comprar una vivienda, pero no sabe qué mira realmente cuando le enseñan un piso: "Tú imagínate que eres abogado y no tienes ni idea a la hora de comprar un piso o una casa... Nos llamas, te miramos la instalación eléctrica, la instalación del clima, la fontanería, el gas, te lo miramos todo y te damos un certificado conforme está bien o no está bien".
El modelo es simple, pero potente: revisan todas las instalaciones con equipos de medición, cámara termográfica y experiencia de campo; entregan un informe, con lo que está bien, lo que está mal y el coste estimado de ponerlo al día; y si el cliente acepta, ellos mismos presupuestan y ejecutan la reforma. Todo, además, grabado en vídeo para publicar contenido de valor donde cualquier persona pueda aprender qué revisar antes de meterse en una hipoteca.
Sueldo, horarios y por qué recomienda hacerse autónomo (con matices)
Cuando le preguntan por salarios, responde sin tapujos: "En la empresa en la que yo estaba… unos 1.800 netos limpios, por ahí", aunque admite que "lo suyo sería que ganaran poquito más porque la vida está muy cara, tío", pero también insiste en que prefiere la libertad actual, aunque tenga que trabajar más horas algunos días.
La gran diferencia, para él, no es el dinero, sino la gestión del tiempo: puede ir con su mujer a una revisión médica de su hijo un lunes a las 11 de la mañana sin pedir permiso a nadie. Sabe que eso le obligará quizá a estar "hasta las 11 de la noche" trabajando otro día, pero la decisión la toma él.
Solo le rinde cuentas a su pareja, que además le lleva toda la parte de facturas, papeleo y organización, hasta el punto de que reconoce entre risas: "Yo no sé hacer una factura. Tú me pones a hacer una factura… yo no sé hacer una [...] factura, tío".
Por eso, cuando le preguntan si recomienda hacerse autónomo, no duda: "Yo se lo recomiendo a todo el mundo, tío. Si puedes, al final no tener jefe para mí te da libertad. Es como cuando te sacas el carnet de coche".
