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La OCDE reconoce ya el impacto de los aranceles en España y rebaja las previsiones al 2,4% este año

La OCDE reconoce ya el impacto de los aranceles en España y rebaja las previsiones al 2,4% este año

Aunque la economía nacional seguirá comportándose mucho mejor que las de los grandes países de su entorno, se recortan ligeramente las expectativas para 2025 y 2026. Los expertos insisten en que es "esencial" un ajuste fiscal.

El secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, el 12 de septiembre de 2023, en un acto en París.Anadolu Agency via Getty Images

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ya percibe los primeros signos de que la economía española también se va a ver afectada por los efectos de la guerra comercial desatada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump y, aunque seguirá comportándose mucho mejor que las de los grandes países de su entorno, ha recortado ligeramente sus expectativas para 2025 y 2026.

En su informe semestral de Perspectivas publicado este martes (que puedes leer completo, en inglés, al final de esta noticia), la OCDE prevé que su crecimiento se quede en el 2,4 % este año, y el 1,9 % el próximo, lo que en principio significa casi lo mismo que el 2,3 % y el 2 % que había anticipado en diciembre, pero si se compara con el 2,6 % para 2025 y el 2,1 % para 2026 que calculó en su informe interino de mediados de marzo, se puede ver una inflexión con respecto a la tendencia desde hacía más de un año.

Además, estas nuevas proyecciones de la OCDE son menos optimistas que las que también han hecho esta primavera el Gobierno español en abril (2,6 % para 2025 y 2,2 % para 2026) y la Comisión Europea en mayo (2,6 % para 2025 y 2 % para 2026).

Uno de los elementos que pesan es que los indicadores de actividad elaborados a partir de las encuestas a los directores de compras de las empresas se han deteriorado recientemente en España, como también ha ocurrido con Canadá, México o Estados Unidos, dentro de los miembros de este club de países desarrollados.

Una razón de carácter general es que las exportaciones españolas también se van a ver afectadas por una menor demanda de sus principales socios comerciales por el efecto de las subidas de aranceles impuestas por Estados Unidos, y eso aunque las ventas a ese país representaron en 2024 alrededor del 1 % del producto interior bruto (PIB) español, un porcentaje relativamente bajo.

Pero en cualquier caso, la progresión de las exportaciones se va a ralentizar (del 3,1 % en 2024 al 2,2 % en 2025 y en 2026).

Y como al mismo tiempo las importaciones se van a acelerar (su ritmo de subida pasará del 2,4 % en 2024 al 3,3 % en 2025), se espera que el comercio exterior reste este año tres décimas al PIB.

Crecimiento mayor que en la eurozona y EEUU

En cualquier caso, la expansión de la economía española seguirá siendo muy superior a la de la zona euro (1 % en 2025 y 1,2 % en 2026) y también a la de Estados Unidos (1,6 % en 2025 y 1,5 % en 2026), que va a estar seriamente lastrada por la escalada arancelaria de Trump.

Una expansión que se asienta en la demanda interna, gracias al dinamismo del consumo (cuya progresión se va a ralentizar), a un mercado laboral "robusto" (la tasa de paro va a seguir descendiendo del 11,3 % en 2024 al 10,7 % en 2025 y al 10,1 % en 2026) y al aumento del poder adquisitivo con una menor inflación (del 2,9 % en 2024 debería pasar al 2,4 % en 2025 y al 1,9 % en 2026).

Como en ocasiones anteriores, la OCDE persiste en el mensaje de que sigue siendo "esencial" un ajuste fiscal para poner en regla la economía española con las reglas europeas y para poder hacer frente a las crecientes presiones derivadas del envejecimiento de la población y de la transición ecológica.

Y eso aunque admite que el déficit público debe mejorar y disminuir del 3,2 % del PIB en 2024 al 2,8 % en 2025 y al 2,3 % en 2026, gracias a los mayores ingresos por la creación de empleo y a medidas fiscales que permitirán absorber además el gradual aumento del gasto en defensa y el paquete de 14.000 millones de euros de ayudas para los sectores afectados por la guerra comercial.

La mejora de las cuentas públicas también debería traducirse en que la deuda pública pasará por debajo del listón simbólico del 100 % del PIB en 2026, algo que no ocurría desde antes de la crisis de la covid en 2019. 

¿Y en el resto del mundo?

La OCDE también reduce sus previsiones para la economía mundial, en conjunto, tanto para este año como para el próximo, a causa de la guerra arancelaria, un factor que va a afectar principalmente a Estados Unidos y a sus dos grandes socios norteamericanos, México y Canadá.

Aunque el informe evita nombrar a Trump o a Estados Unidos directamente como causantes de la situación, su mensaje es diáfano a la hora de responsabilizar a sus políticas de una ralentización, que de forma paradójica, apenas va a afectar a su gran rival, China.

Dada la incertidumbre por los continuos bandazos del presidente estadounidense, los autores del documento han optado por tomar como base de referencia para sus cálculos la situación arancelaria que había a mediados de mayo, avisando de que la situación empeoraría si subieran todavía más.

En ese escenario congelado -que de hecho ya se ha movido desde entonces- la economía mundial, que creció un 3,3 % el pasado año, debería progresar un modesto 2,9 % en 2025 y otro tanto en 2026. Eso supone cuatro décimas menos de lo que habían anticipado en diciembre pasado en cada uno de esos dos años, e incluso dos y tres décimas menos de lo que habían estimado en marzo, en su informe interino.

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La ralentización sacudirá de forma muy particular a Estados Unidos, en parte no desdeñable por el repunte inflacionista que ya están provocando los aranceles, y a sus dos socios del mercado común norteamericano, que son los más dependientes en términos relativos de sus intercambios con Washington.

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