Tomás, tras 32 años como carnicero profesional, lanza un serio aviso sobre la falta de relevo generacional: "La tendencia es que desaparezcan todas o el 90% de las carnicerías de barrio"
Poner en marcha una carnicería no es ni sencillo ni barato.

Un trabajo en peligro de extinción. Tomás es un carnicero que lleva 32 años desempeñando la profesión y que ha alertado de que existe un serio problema con la falta de relevo generacional. Son muy pocos los jóvenes que quieren dedicarse a ser carniceros.
En declaraciones al canal de YouTube de Adrián G. Martín, el carnicero ha asegurado que "la tendencia es que desaparezcan todas o el 90% de las carnicerías de barrio. Como no va a haber gente para poder llevarlas, va a haber mucha falta de carnicerías de barrio".
Uno de los problemas es que poner en marcha una carnicería no es ni sencillo ni barato. Tomás ha destacado que "por menos de 100.000 o 150.000 euros no puedes montar una carnicería con un tamaño medio-pequeño si quieres montarla bien". Uno de los motivos es que "el frío industrial es muy caro".
En ese sentido, Tomás ha subrayado que "el mundo de la carne es muy peligroso porque es un producto perecedero que caduca muy rápido, y como no estés muy encima del negocio, falla".
Volviendo a la falta de jóvenes que quieren entrar en el sector, el carnicero ha afirmado que "la gente no quiere tener un trabajo que físicamente conlleve tanto esfuerzo. Nosotros hemos tenido suerte porque uno de nuestros hijos quiere seguir con el negocio".
Ese hijo es David, quien ha detallado la cantidad de dinero que se obtiene con una carnicería. "Una carnicería factura en torno a unos 40.000 o 60.000 euros mensuales. Queda un 15% de beneficio", ha precisado.
En cuanto a la captación de clientes, el joven ha señalado que "nosotros los atraemos principalmente a través del 'boca a boca': de hacer bien nuestro trabajo y que la gente hable bien de nosotros". También son indispensables las redes sociales. De hecho, David ha resaltado que "las redes sociales para nosotros son nuestro altavoz más grande".
La importancia de los restaurantes
Más allá de las ventas en la tienda, los restaurantes son fundamentales para que las carnicerías sean rentables. Al respecto, David ha explicado que los restaurantes "nos compran con otra tarifa". Esa tarifa es la tarifa HORECA (hotel, restaurante y cafetería), un precio especial que los proveedores ofrecen a los negocios para la compra de productos en volumen.
Respecto a cómo repercuten los restaurantes el coste a los clientes, David ha indicado que "por norma general hacen un por 3. Por ejemplo, si el producto les cuesta 100 euros, lo tienen que vender a 300 euros porque tienen que pagar gastos de cocina, luz, camareros… sus gastos son mucho más elevados que los gastos que puede tener una carnicería".
