La OPEP+ se pregunta por qué a Occidente le molesta que tenga criterio propio

La OPEP+ se pregunta por qué a Occidente le molesta que tenga criterio propio

La decisión del grupo, liderado por Arabia Saudí y Rusia, de reducir su bombeo en 2 millones de barriles diarios, enerva a Occidente, que pedía precisamente lo contrario.

La OPEP+ debe responder a sus intereses económicos y comerciales, y no a las necesidades “geopolíticas” de Occidente, una realidad evidente para los países miembros del bloque que ven con perplejidad las críticas que desde Europa y EEUU se hacen a su decisión de recortar la producción de petróleo para mantener los precios altos del crudo.

El miércoles pasado, la alianza OPEP+, liderada por Arabia Saudí y Rusia, decidió reducir su bombeo en 2 millones de barriles diarios (mbd), lo que supone el mayor recorte de la oferta petrolera desde mayo de 2020, un volumen que equivale al 2% de la oferta mundial de crudo y es cerca del doble de lo que se esperaba inicialmente.

Esa decisión fue duramente criticada por EEUU y otras naciones occidentales, quienes llevan meses pidiendo a la organización que abra los grifos para abaratar los combustibles y la energía y así frenar la inflación galopante que afecta sus economías.

Analistas consultados por Efe en países de la OPEP coinciden en denunciar la asunción occidental que considera que el mundo debe girar en torno a sus intereses y decisiones políticas particulares, cuando a la inversa nunca se produce nada similar y apuntan a que claramente el recorte decidido por la organización responde a sus necesidades económicas, guste o no guste a terceros.

La previsión de una recesión global, el desequilibrio entre la oferta y la demanda y la caída sostenida de los precios que amenazan por bajar de los 80 dólares por barril son los argumentos que estarían detrás de esta decisión, ya que todos esos ingredientes constituyen “impactos negativos significativos” para los presupuestos de los países de la OPEP.

“La OPEC+ tuvo en cuenta qué pasó durante el primer trimestre de 2020, con el surgimiento de la epidemia de Covid, con una gran caída en la demanda de petróleo que llevó a precios negativos en el crudo, lo que tuvo repercusiones en sus presupuestos”, indicó a Efe el analista económico basado en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) , Amr Abdo. En ese sentido, la organización “es muy consciente de que no haya desequilibrios entre la oferta y la demanda, especialmente ante la creciente posiblidad de que la economía global entre en recesión”.

Del mismo modo se expresó el profesor de economía de la Universidad Iraquí en Bagdad, Yasin Musleh, quien consideró que el recorte “es una reacción y un paso preventivo de los países exportadores de petróleo tras la reciente caída de los precios del petróleo y la inestabilidad de los mercados petroleros”. Estas decisiones son “necesarias e importantes para los países exportadores, ya que la continuación de precios bajos afecta a sus economías en gran medida y tiene consecuencias para la estabilidad y el equilibrio del mercado petrolero”, añadió.

Otra visión

El analista Abdo subrayó la enorme diferencia de visión entre la OPEP+ y los países consumidores de petróleo, y adujo que por ejemplo las políticas climáticas europeas y la imposición de tasas “exorbitantes” a la energía como un punto de fricción que por ejemplo nunca fue considerado desde el punto de vista de los productores.

“Como dijo el portavoz de la OPEP+. ¿Por qué quiere Europa que este grupo y sus países miembros cumplamos con las orientaciones de la UE hacia el cambio climático y la transición a la energía limpia?”, recordó.

Para el analista emiratí, esta decisión además no supone ningún cambio en las políticas de la organización, que siguen siendo las mismas de siempre.

Por el contrario, si advirtió problemas en las peticiones que el presidente de los EEUU, Joe Biden, hizo al Congreso de su país para “reducir el control de la OPEP en los mercados petroleros”, una propuesta “peligrosa” que raya con pedir que las empresas acuerden establecer precios, algo que está “prohibido”.

Musleh, por su parte, reconoció que los mercados petroleros europeos y mundiales sin duda se verán afectados por la decisión, lo que afectará a sus problemas económicos de inflación, pero insistió en que la decisión responde claramente “más a criterios económicos que a los aspectos geopolíticos”.