El Congreso da el último 'sí' a la 'ley del sólo sí es sí'

El Congreso da el último 'sí' a la 'ley del sólo sí es sí'

La norma del Ministerio de Igualdad que elimina la distinción entre agresión y abuso sexual ya es una realidad tras su aprobación definitiva en el Congreso.

La ‘ley del sólo sí es sí’ ha recibido este jueves en el Congreso el último ‘sí’ que necesitaba para convertirse en realidad. Una de las normas estrella del Ministerio de Igualdad en esta legislatura ha salido adelante en el trámite final en el Hemiciclo. Desde ahora, se elimina la distinción entre abuso y agresión, al tiempo que se regula la necesidad del consentimiento expreso.

Lo ha hecho por mayoría absoluta, con 205 apoyos y 141 ‘noes’ del bloque conservador, con tres abstenciones.

Gracias a la Ley de garantía integral de la libertad sexual será castigado como responsable de agresión sexual quien realice “cualquier acto que atente contra la libertad sexual de otra persona sin su consentimiento” y “sólo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona”.

La norma ha sido aprobada en el Congreso después de que el Partido Popular obstaculizase su aprobación en el Senado mediante la presentación de una enmienda de JxCat en el que solo se modificaba una letra. Se trataba de una corrección que modifica el preámbulo de la ley para cambiar la palabra “forzosas” por “forzosos” en relación con “la detección de casos de aborto y esterilización forzosos” y así referir el adjetivo tanto a abortos como a esterilizaciones.

Montero, “orgullosa” de la aprobación de la ley

Ya desde antes de su aprobación, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha celebrado la importancia de que la ley fuese a salvar el último trámite. En declaraciones ante el Congreso, ha destacado que con la norma ninguna mujer va a tener que demostrar que hubo violencia o intimidación para que esos ataques se consideren agresión sexual.

“El grito feminista del ‘solo sí es sí’ y ‘hermana, yo sí te creo’ se convierte en ley en nuestro país”, ha enfatizado Montero antes de mostrarse “muy orgullosa” por esta norma y de agradecer al movimiento feminista y a las víctimas que hayan dado la batalla para que pueda aprobarse.

Ahora, la voluntad de su departamento es trabajar con los grupos del Congreso y del Senado y con la mayoría plurinacional progresista para que la nueva del ley aborto y la llamada ley trans y de derechos de las personas LGTBI estén aprobadas antes de que acabe el año.

“Un cambio de paradigma”, ha defendido la diputada socialista Laura Berja, portavoz del grupo en cuestiones de Igualdad, que ha celebrado su aprobación porque “hace un país mejor”.

La derecha, a dos bandas: contra el texto y contra Montero

La ley, como era previsible, ha sido blanco de una oleada de ataques por el lado conservador, que ha ido tanto contra el texto como contra su impulsora, Irene Montero.

“No es la ley que hubiéramos querido, porque no va a servir para la víctima y sí puede traer inseguridad, como han puesto de manifiesto los informes previos”, ha criticado la representante del Partido Popular. Marta González no ha perdido ocasión, tampoco, para criticar la polémica campaña para incitar a las mujeres a ir a la playa sin importar su aspecto físico, afeando al Gobierno que no haya habido una disculpa pública.

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Soy redactor de actualidad en El HuffPost, donde cada día realizo un seguimiento de todo lo que está pasando y marcando la jornada, con el único objetivo y árdua tarea de trasmitírselo a nuestros lectores de una forma en la que conozcan el contexto y el trasfondo más allá de un mero titular. Es decir, para que tu cuñado no pueda colártela otra vez.

 

Sobre qué temas escribo

Aunque en el día a día acabe escribiendo de cualquier cosa que suceda en el mundo, “puede que me recuerdes” de algunas temáticas que suelen quitarme el sueño con especial frecuencia. Me gusta escribir de política internacional, sobre todo cuando esta es eufemismo de atroces injusticias contra los derechos humanos o el medio ambiente, así como para acercar causas sociales que pasarían inadvertidas (la siguiente podría ser la tuya, así que escríbeme). La morriña también me devuelve en ocasiones a Galicia, sobre todo para que sus historias no se pierdan en el camino a la meseta.

 

Mi trayectoria

Antes de llegar a El HuffPost en 2021, fui periodista en La Voz de Galicia durante cinco años. En aquella etapa también pasé por los micrófonos de ‘Radio Voz’, en distintos programas radiofónicos. Y, aunque parezca poco probable, bebía más café que en la actualidad.


Soy de Ribeira, una bella localidad coruñesa que probablemente recuerdes del marisco, las páginas de sucesos o de personalidades de las que solemos presumir (tenemos a la triplista olímpica Ana Peleteiro y a una de las Tanxugueiras).


Aunque bromeo con que soy doctorado en Periodismo Gonzo, en realidad solo soy licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), pero, eso sí, tengo la orla de la misma tienda que la que se la hizo al rey Felipe VI. Aquellos años en Madrid me sirvieron para conocer la ciudad, pero también para entender que el mercado de la vivienda aún podía ir a peor. Ah, también tengo otra identidad secreta bajo la que hago rap o escribo poesía y que solo revelé en la redacción para que me dejasen entrevistar a artistas.

 


 

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