Benalmádena y Paterna cruzan datos de ADN para multar a una mujer que no recogió la caca de su perro

Benalmádena y Paterna cruzan datos de ADN para multar a una mujer que no recogió la caca de su perro

A 640 kilómetros de su casa.

Smartshots International via Getty Images

CSI Benalmádena. El Ayuntamiento de esta localidad malagueña ha conseguido multar a una vecina de Paterna (Valencia), localidad situada a 640 kilómetros, por irse de allí sin recoger los excrementos de su perro, un Bull terrier que defecó en la calle Navarra el pasado 26 de agosto.

Y allí se quedó la deposición, hasta que el Consistorio tomó cartas en tamaño asunto. El sistema de identificación de ADN canino que usa Benalmádena desde hace años permitió compartir la información con el de Paterna, que también usa esta tecnología, y dar con la infractora.

No agacharse a recoger la hez le puede costar a esta mujer entre 75 y 500 euros de multa, según informa la Agencia EFE.

Paterna implantó el registro genético canino el pasado septiembre y la propietaria dio de alta a su can el día 30 del mismo mes. Como ha quedado demostrado en este caso, el cruce de información a partir del ADN canino permite identificar a los propietarios que dejan las boñigas de sus perros en la calle o a los que los abandonan o maltratan, más allá de la fecha en que les tomaron la muestra de saliva previa a la implantación del servicio en su municipio.

Enrique Perigüell, responsable de la empresa ADN Canino, encargada de suministrar el servicio a más de 20 ciudades españolas, ha explicado que “el censo genético canino complementa al necesario registro mediante microchip y permite mantener un mejor control de los perros en el ámbito nacional, independientemente de la localidad, provincia o comunidad autónoma de la que proceda el animal”.

Asimismo, según explica, “lo más importante es que, más allá de su carácter disuasorio para reducir las cacas de perro en las calles, es la mejor herramienta para combatir el abandono o el maltrato animal”.

Perigüell ha subrayado que “casos como el de Benalmádena también nos pueden hacer ver que por muy lejos de su casa que se vaya la persona que pretenda abandonar a su perro o que le arranque el microchip, el registro genético canino va a poder identificarlo”.