¿Caerá en Melilla el primer Gordo de su historia? Así está el mapa de la Lotería de Navidad

Como cada año, el bombo de la Lotería de Navidad empezará a girar sobre sí mismo y a escupir miles y millones de euros en premios. El sorteo, que no se detuvo ni durante la guerra civil y que empezó a celebrarse en 1812, ha caído en todas las provincias y ciudades autónomas menos en Melilla.

Está por ver si Madrid continuará sumando galones. Es la ciudad que más décimos de El Gordo ha vendido, 82, seguida muy de lejos por Barcelona, con 42, y los 17 de Sevilla, según los datos recopilados por Europa Press.

No es una cuestión solo de suerte, ya que en la capital, con la célebre administración de Doña Manolita, vende alrededor de 70 millones de décimos cada año.

No es de extrañar, por tanto, que las administraciones de lotería que más veces han dado el premio se encuentren en las tres localidades antes mencionadas. Sin embargo, a nivel provincial el mapa cambia ligeramente.

Todas las provincias y Ceuta han repartido en algún momento, al menos, una vez el Gordo de Navidad. A esa escala, Madrid sigue siendo imbatible (107 veces) y la provincia barcelonesa mantiene una digna segunda posición (68 Gordos repartidos). Sin embargo, la tercera posición se la lleva la provincia de Valencia, que desbanca a Sevilla en décimos por 36 a 23.

Conviene recordar (Aunque la ilusión ciegue el juicio), que aunque Madrid haya repartido tantos Gordos, la probabilidad de ser premiados con esos estupendos cuatro millones de euros (400.000 por décimo), la capital del Reino tiene tantas posibilidades de darlo como el municipio conquense de Huete, de 1.777 vecinos, donde ya cayó en 1990.

Para bajar a la tierra estas probabilidades, en las redes se popularizó el ejemplo del kilo de arroz. Y es que es más probable elegir un grano, mezclarlo con el resto y volver a sacar el seleccionado, que ganar la lotería.

En el caso de que toque (🤞🏽🤞🏽🤞🏽) y cambie la vida de los afortunados, tampoco conviene que la euforia haga olvidar que los premios grandes están sujetos a impuestos. Hacienda retendrá 125.000 euros por décimo tanto al Gordo como a los segundos y 50.000 a los terceros premios. Un jarrito de agua fría para no despegar los pies del suelo.

De esta forma, un acertante de segunda categoría se quedaría con 104.000 euros y el Estado con 21.000, mientras que uno de tercera se embolsaría 44.000 euros y Hacienda 6.000. En el caso de que el premio sea inferior a 40.000 euros, se considera menor, y por tanto la Agencia Tributaria no retendrá nada de manera automática, pero sí hay que incluirlo en la Declaración de la Renta.

¿Y el reintegro? ¿Y si se me rompe el décimo?

Es el premio de consolación, pero menos da una piedra. También es, todo sea dicho, la opción más probable, lo entregan una vez cada diez. Los más frecuentes a lo largo de la historia han sido el cinco, con 32 ocasiones, y el cuatro y el seis, con 27 cada uno.

Y aunque solo exista el consuelo (que malo será), cabe tener presente que aunque el papelillo que alberga la ilusión (el décimo), esté roto o deteriorado también se puede cobrar, no hace falta rajarse las vestiduras antes de tiempo.

Si te pasa esto, toca ponerse manos a la obra si lo tienes en tu posesión, porque hay que reunir todos y cada uno de los trozos del décimo y asegurarnos de que el número de barras no está dañado y se puede leer bien. Si ese es el caso, no suele haber ningún problema para cobrar en mano hasta 2.500 euros en caso de resultar ganador.

Cualquier local de Loterías y Apuestas del Estado tiene a disposición del cliente una Solicitud de Pago de Premios que podrás rellenar en caso de tener algún problema con el décimo roto. Eso sí: hay que esperar la respuesta mientras Loterías y Apuestas del Estado remite tu décimo a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, para determinar si se trata o no de un plagio.

Los melillenses tienen una posibilidad entre 100.000 de romper la racha y llevarse su premio Gordo por primera vez en la historia del sorteo. Tienen, en realidad, las mismas posibilidades de siempre, quién sabe si quizás este año se rompan todas las previsiones.