Dinamarca declara la emergencia energética por tres fugas simultáneas en los gasoductos del Nord Stream

Dinamarca declara la emergencia energética por tres fugas simultáneas en los gasoductos del Nord Stream

Rusia no descarta un "sabotaje" en la infraestructura pero los sismólogos suecos han denunciado fuertes temblores en la zona y apuntan que pueden ser provocadas por explosiones.

La guerra del gas va más allá. Después de cortar el flujo a Europa, el gasoducto que une Rusia con el resto del continente ha sufrido daños sospechosos. Desde este lunes, el operador del gasoducto empezó a informar sobre la pérdida de presión en ambos gasoductos del Nord Stream en su recorrido por el Mar Báltico. Horas después, una gran mancha era visible en la superficie del agua y Dinamarca ha decidido declarar la emergencia energética tras detectar tres nuevas fugas y considerar que los agujeros son más grandes de lo que esperaban.

Todo empezó con un leve escape de gas, pero el problema se ha ido agravando. “Esta noche los empleados del centro de control del Nord Stream 1 registraron una caída de la presión en ambos hilos del gasoducto. Los motivos están siendo investigados”, ha señalado Nord Stream AG, con sede en Suiza, en un breve comunicado.

“La rotura de las tuberías ocurre rara vez, por eso vemos motivo para aumentar el nivel de emergencia como resultado de los hechos ocurridos el último día. Queremos asegurar la vigilancia minuciosa de la infraestructura crítica para reforzar la seguridad de suministro”, continúa el texto.

Es algo inusual y me gustaría decir que nosotros, como parte del Gobierno y las autoridades, nos lo tomamos muy en serio
Mette Frederiksen, primera ministra danesa

La operadora de los gasoductos ha calificado estos daños simultáneos “sin precedentes” y por ello ha dicho que es imposible prever cuándo se van a restaurar.

La situación ha llevado a la Marina danesa a establecer un área de seguridad en un radio de cinco millas alrededor del vertido para evitar que las embarcaciones naveguen por la zona y en un área de un kilómetro para los vuelos.

  Mapa del recorrido del gasoducto.EPDATA

Dos gaseoductos polémicos y sin funcionamiento

El primer Nord Stream, con una capacidad de 55.000 millones de metros cúbicos de gas al año, se encuentra detenido desde inicio de septiembre después de que Rusia alegara una fuga de aceite en la única estación compresora rusa que aún estaba en funcionamiento.

Moscú afirmó que la turbina afectada, al igual que las demás que van fallando, no puede ser reparada por Gazprom, que controla la infraestructura, debido a las sanciones occidentales, mientras que la Unión Europea (UE) considera que se trata de una excusa para “chantajear” a Europa con el gas como arma.

Además, el segundo gasoducto tampoco funciona. La infraestructura está terminada y llena de gas, pero nunca se ha importado por esta vía combustible después de que Berlín suspendiera el proceso de aprobación poco antes de la invasión de Ucrania y descartara su puesta en marcha.

En concreto, la certificación del segundo gasoducto que transporta gas ruso directamente a Alemania por debajo del mar Báltico fue bloqueada por Berlín como respuesta al reconocimiento por parte de Moscú de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania, en febrero.

Rusia se desvincula, pero no descarta el sabotaje

Al respecto, el Kremlin, por su parte, se ha mostrado “muy alarmado” por los daños y no ha descartado “ninguna versión” sobre las causas de lo sucedido. “No se puede descartar ninguna versión”, ha declarado el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria al ser preguntado por si se trata de un sabotaje.

Mientras, informaciones procedentes de círculos de seguridad en Alemania sostienen que muchos indicios apuntan a que los gasoductos han sido dañados deliberadamente en un acto de sabotaje, asegura el diario Tagesspiegel.

Según la publicación, la secuencia cronológica de los defectos detectados en los gasoductos es el principal motivo de esta suposición. “Nuestra imaginación ya no puede concebir un escenario que no sea un ataque dirigido”, cita el periódico a una fuente anónima de círculos del gobierno y de las autoridades federales. Según esta fuente, “todo habla en contra de una coincidencia”.

En tanto, el experto en política exterior de los Verdes, Jürgen Trittin, da por hecho que la repentina fuga de gas no es casual. En declaraciones al programa matinal de la cadena n-tv ha señalado que este gasoducto es “realtivamente nuevo y está construido con acero alemán sólido y bueno”.

Si una tubería de este tipo tiene una fuga repentina, “entonces se tiene que haber producido una perturbación violenta de este gasoducto”, ha afirmado, aunque ha agregado que ahora hay que investigar si en este caso se debe a un atentado.

Según Tagesspiegel, se barajan dos posibilidades sobre la autoría de los supuestos ataques contra ambos gasoductos. Por un lado, podría ser obra de fuerzas ucranianas o fuerzas relacionadas con Ucrania o bien podría tratarse de una operación de “falsa bandera” por parte de Rusia para generar más incertidumbre y posiblemente hacer subir de nuevo el precio del gas, señala la publicación.

... Pero Suecia da con la clave

Sin embargo, Suecia parece tenerlo más claro. Sobre todo después de que la Red Nacional Sísmica del país haya detectado este lunes temblores en las horas en las que podría haber empezado la fuga que podrían corresponder con fuertes explosiones.

En declaraciones a la televisión pública SVT, Bjorn Lund, profesor de la Red Nacional Sísmica sueca, ha explicado que las estaciones de medición ubicadas en el sur de Suecia registraron las explosiones, la primera en la madrugada del domingo al lunes y la segunda ya en la tarde del lunes.

Desde otros países, la versión de que Rusia ha saboteado la infraestructura suma fuerza. El Gobierno de Ucrania denunciado “un ataque terrorista planeado por Rusia”.

El asesor de la Presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak, ha señalado en Twitter que Rusia, con este “acto de agresión”, quiere “desestabilizar la situación económica” en Europa y “provocar el pánico antes del invierno”. La “mejor respuesta”, a su juicio, pasa por enviar más ayuda militar a Ucrania.

Y no es el único, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, también comparte esta opinión. “Podemos ver claramente que es un acto de sabotaje, un acto que probablemente marca la siguiente etapa en la escalada de la situación a la que hacemos frente en Ucrania”, ha dicho Morawiecki, según recoge la agencia estatal polaca de noticias, PAP.

A lo largo de la tarde, otros países se han ido sumando a esta opinión, como Noruega, así como dirigentes. La última que se ha mostrado contundente a un posible sabotaje ha sido la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, que ha asegurado que “cualquier interrupción deliberada de la infraestructura energética europea activa es inaceptable y conducirá a la respuesta más fuerte posible”.

Polonia diversifica su suministro

Coincidiendo con las fugas en el Nord Stream, se ha completado el tramo que discurre entre Polonia y Dinamarca y conecta con Noruega.

Las autoridades técnicas de las empresas que operarán el gasoducto informaron de que éste funcionará a plena capacidad antes de los previsto y en noviembre será capaz de suministrar 10 millones de metros cúbicos, en lugar de a finales de enero, como estaba programado.

Inicialmente, el conducto bombeará 3 millones de metros cúbicos de gas desde Noruega a Polonia a través de Dinamarca, en cumplimiento del contrato de 10 años firmado entre Varsovia y Oslo y que satisfará el 14% del consumo anual de gas de Polonia.