Por esto teme Donald Trump a las mujeres

Por esto teme Donald Trump a las mujeres

Donald Trump y Rob Porter (i), el entonces jefe de personal de la Casa Blanca, comparecen juntos en 2017.Jonathan Ernst / Reuters

Las múltiples acusaciones de violencia machista contra Rob Porter, exjefe de personal de la Casa Blanca, parecieron incomodar al presidente Donald Trump, que publicó el siguiente tuit hace unas semanas:

Peoples lives are being shattered and destroyed by a mere allegation. Some are true and some are false. Some are old and some are new. There is no recovery for someone falsely accused - life and career are gone. Is there no such thing any longer as Due Process?

— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) February 10, 2018

"Se está haciendo añicos la vida de muchas personas por simples acusaciones. Algunas son ciertas y otras son falsas. Algunas son antiguas y otras son recientes. Una persona acusada en falso ya no puede recuperarse: su vida y su carrera quedan destruidas para siempre. ¿Acaso ya no existe el principio de debido proceso?"

Trump no ofreció ni una sola muestra de preocupación por las presuntas víctimas de Rob Porter ni de consuelo por el destrozo de sus vidas. En vez de eso, decidió ponerse de parte del acusado a costa de las mujeres.

Y parece que eso es lo ya esperamos de Trump. Su reacción no fue algo atípico en él, fue coherente con lo que se espera de un hombre que siempre le concede el beneficio de la duda a los hombres poderosos, blancos y republicanos. En su paradigma, no hay mujeres inocentes. Lo piden ellas.

Cuando Bill O'Reilly, presentador de Fox News, fue acorralado por acusaciones de conducta indebida hacia numerosas mujeres, Trump declaró públicamente: "No creo que Bill haya hecho nada malo".

Cuando el expresidente de Fox News, Roger Ailes, se enfrentó a decenas de acusaciones por acoso sexual, Trump puso en duda los motivos de las víctimas en la cadena NBC: "Puedo asegurarte que algunas de las mujeres que lo están denunciando, estoy enterado de lo mucho que [Roger Ailes] las ha ayudado, incluso hace poco... y ahora, de repente, empiezan a decir estas cosas terribles sobre él. Es muy triste porque es una muy buena persona".

  Trump da un discurso junto a Corey Lewandowski, su entonces jefe de campaña, en 2016.Joe Skipper / Reuters

Cuando el entonces jefe de campaña de Trump, Corey Lewandowski, fue acusado de agredir a una periodista en una rueda de prensa, Trump respondió diciendo: "Me parece un día muy, muy triste para este país ahora que un hombre puede acabar destruido por una cosa así".

Cuando una avalancha de denuncias por conducta sexual indebida arrolló al candidato republicano al Senado por Alabama, Roy Moore, el presidente de Estados Unidos se puso de su parte diciendo: "Él lo niega todo. Dice que no sucedió, y también hay que escucharle a él".

Siempre le concede el beneficio de la duda a los hombres poderosos, blancos y republicanos. En su paradigma, no hay mujeres inocentes. Lo piden ellas.

Después de que al menos 13 mujeres hayan acusado públicamente al propio presidente con testimonios fidedignos por contacto físico inapropiado, la Casa Blanca, increíblemente, ha declarado que esas 13 mujeres mienten.

Si eso no es suficiente para hacerse una idea de cómo percibe y valora Trump a las mujeres, no hay más que ver cómo se ha burlado de sus votos matrimoniales con su esposa actual, Melania. Stephanie Clifford, también conocida como Stormy Daniels, asegura que Trump y ella mantuvieron relaciones sexuales meses después de que Melania diera a luz a su hijo con Trump.

El periódico The Wall Street Journal informó recientemente de que el abogado de Trump, Michael Cohen, confirmó el pago de 130.000 dólares a la estrella del porno como parte del acuerdo para mantener en secreto la presunta aventura.

  La actriz porno Stormy Daniels declaró haber tenido una aventura con Donald Trump en una entrevista en 2011 con la revista 'In Touch'.Danny Moloshok / Reuters

Según una controvertida exclusiva de la revista The New Yorker, esta era la pauta de comportamiento de Trump. En la misma época en la que estaba viéndose con Stormy Daniels, empezó otra aventura con la exmodelo de Playboy Karen McDougal, según la revista. Como en el caso de la actriz del porno Stormy Daniels, el bando de Trump preparó un acuerdo de seis cifras con Karen McDougal, que señala que el acuerdo le impide hablar de su relación con Donald Trump.

Para Trump, las mujeres son objetos que existen para su placer, cosas que puede alquilar y sobornar.

Y, aun así, en medio de decenas de acusaciones contra hombres poderosos, Trump tuvo el atrevimiento de decir esto en noviembre:

"Las mujeres son muy especiales. Creo que es un momento muy especial porque están saliendo a la luz muchas cosas, y creo que eso es bueno para nuestra sociedad y creo que es muy muy bueno para las mujeres, y yo me alegro mucho de que estén saliendo muchas de estas cosas a la luz. Me alegro mucho de que se estén descubriendo estas cosas".

Llaman la atención dos cosas:

1) Trump parece rodearse de un montón de gente con un historial de acoso, abuso o conducta sexual inapropiada.

2) Trump de verdad piensa que la culpa siempre es de la mujer.

  Fotograma de un vídeo que muestra a Trump preparándose para aparecer en la serie 'Days of our Lives'. Un micro abierto en el plató pilló a Trump regodeándose de poder 'agarrar por el coño' a las mujeres porque es una estrella.The Washington Post via Getty Images

En el momento álgido del escándalo de Roger Ailes, Kirsten Powers, columnista de USA Today,preguntó a Trump: "¿Qué pasaría si alguien hubiera tratado a Ivanka Trump tal y como presuntamente se comportó Roger Ailes?". La respuesta de Trump fue: "Quiero pensar que ella encontraría otro trabajo u otra empresa si ese fuera el caso".

Esa réplica desvela todo lo que necesitamos saber sobre cómo concibe el presidente el papel de la mujer en la sociedad.

Aun tratándose de su propia hija, Trump cree que la responsabilidad de cambiar recae sobre la mujer, no sobre el hombre que la acosa. Trump considera que es la mujer la que debe encontrar un nuevo empleo, lo cual revela de forma intrínseca que no percibe el papel de las mujeres en el trabajo igual que el de los hombres.

En el núcleo de todo abuso contra las mujeres yacen enormes inseguridades albergadas por hombres cobardes.

Por eso se sintió con derecho a atacar a la periodista Megyn Kelly cuando esta le presionó en un debate para que hablara sobre su largo historial de comentarios misóginos y sexistas.

Por eso siguió la misma pauta cuando Trump recurrió a Twitter para atacar a la copresentadora del programa de televisión Morning Joe, Mika Brzezinski, diciéndole, entre otras cosas, que tenía "un cociente intelectual bajo".

Y por eso, hace un par de meses Trump publicó un tuit con insinuaciones sexuales para desprestigiar a la senadora demócrata por Nueva York Kirsten Gillibrand, una de las principales voces del país contra el acoso sexual.

La fragilidad emocional de Trump y su historial personal de acusaciones por conducta sexual inadecuada han creado una base por la cual siempre se pondrá de parte del hombre porque le aterra empoderar a las mujeres. En el núcleo de todo abuso contra las mujeres yacen enormes inseguridades albergadas por hombres cobardes. Estos hombres parecen engañarse a sí mismos pensando que la única forma de compensar la limitación de su intelecto, capacidad, circunstancias y posición es apuntar y atacar a una mujer.

Eso explica por qué Trump se ha rodeado de un número tan alarmante de hombres con un historial de abusos a mujeres. Al ver a hombres como Ailes, O'Reilly, Lewandowski y Porter, Trump ve una parte de sí mismo, por lo que el instinto de salir en su defensa es, en realidad, un instinto de autodefensa.

Steve Bannon, ex jefe de estrategia de la Casa Blanca con un historial propio de acusaciones por maltrato, declaró recientemente al periodista Joshua Green que el movimiento #MeToo podría llegar a acabar con Trump. Ironía aparte, Trump parece estar de acuerdo con la afirmación de Bannon, ya que no parece dispuesto a cederle ningún terreno a ninguna mujer por miedo a que ello signifique el principio de su fin.

Desgraciadamente para él, es posible que las mujeres por fin estén en disposición de reclamarlo por sí mismas.

Kurt Bardella es columnista del HuffPost y colaborador de USA Today y NBC THINK. Anteriormente fue portavoz de los republicanos Darrell Issa, Olympia Snowe y Brian Bilbray, así como del medio Breitbart News. Puedes seguir a Kurt Bardella en Twitter en @KurtBardella.

Este post fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.