Un nuevo servicio público para mejorar la vida de las familias

Un nuevo servicio público para mejorar la vida de las familias

Sí, es una medida que puede contribuir a mejorar la conciliación familiar, personal y laboral. Pero soy consciente de que hay tantas variables como familias y personas hay.

Una niña, en un colegio de Infantil y Primaria en Madrid en el comienzo del cursoEuropa Press News via Getty Images

“Lo que más me gusta hacer en la vida, a años luz de lo siguiente, es estar con mis hijos. Nos gusta a todos los padres y madres. Pero no siempre lo tenemos fácil”. Así comencé mi intervención durante el último Debate del Estado de la Región para presentar probablemente la propuesta que más debate ha suscitado en los últimos días tanto en los medios de comunicación como en las familias de la Comunidad de Madrid y en el resto de España.

Me refiero a la propuesta de crear un nuevo servicio público flexible y voluntario para abrir los colegios públicos de 7 a 19 horas durante 11 meses al año para los niños de entre 3 y 12 años. Un asunto que me toca de forma directa como padre de dos niñas y un niño menores de 5 años. No se trata de que nuestros hijos vayan todos los días y todas las horas que comprende el servicio. Se trata de que exista el servicio y que las familias lo aprovechen cuando lo necesiten.

La primera consecuencia del anuncio de esta propuesta ha sido el debate público que se ha abierto sobre su idoneidad, más allá de los detalles que siempre son susceptibles de analizar y discutir con todos los agentes implicados. Empezando por las madres y padres y siguiendo por profesionales y administraciones públicas responsables.

No se trata de que nuestros hijos vayan todos los días y todas las horas que comprende el servicio. Se trata de que exista el servicio y que las familias lo aprovechen cuando lo necesiten

Y sí, es una medida que puede contribuir a mejorar la conciliación familiar, personal y laboral. Pero soy consciente de que hay tantas variables como familias y personas hay. No hay un modelo único como no hay una sola medida que consiga por sí sola resolver la complejidad que supone conciliar en estos momentos complicados que vivimos. Las varitas mágicas, está claro, no existen.

Otro hecho innegable es que a mayores niveles de conciliación, mayor calidad de vida. Por eso, la conciliación es un objetivo estratégico y prioritario para los socialistas madrileños en la alternativa política que proponemos a la sociedad madrileña. Porque estamos trabajando para ofrecer medidas que contribuyan a mejorar la vida de la gente en esta región. El mero hecho de que hayamos abierto un debate público al respecto es un avance que debemos aprovechar para seguir en esa dirección. Y lo mismo tenemos que hacer para lograr una mayor flexibilidad en los horarios laborales. Aquellas madres y padres que tienen una jornada de más de 4 horas seguidas, la mayoría, seguro que saben ver en esta propuesta una música que necesariamente les tiene que sonar bien. Porque puede ayudarles en su día a día y porque, además, el servicio incluye dos comidas al día para sus hijos, un aspecto fundamental en un momento en el que son muchas las familias a las que se los comienza a poner cuesta arriba ir al súper y comprar frutas y verduras frescas.

No podemos afirmar que facilitar jornadas flexibles a la carta para cada familia resuelva por completo la ecuación de conciliar vida personal, familiar y laboral, pero es claro que debemos pensar en esta medida y en otras que nos permitan tener una aproximación amplia a la conciliación.

Conciliar también es poder disfrutar algunas horas semanales de deporte, cultura, ocio y amistades. Conciliación es apoyar a tus mayores o personas dependientes cuando lo precisan. Conciliación es no renunciar a la formación que exige tu carrera profesional.

Una propuesta que los socialistas madrileños planteamos a la sociedad para que nos ayude a mejorarla con un proceso de escucha activa de muchos sectores implicados. Para empezar, con las familias y los trabajadores

Es en esa aproximación amplia donde se sitúa nuestra propuesta de un servicio público como la apertura de los colegios públicos para actividades beneficiosas para nuestras hijas e hijos, que pueden contribuir a la conciliación personal, familiar y laboral. Una propuesta que los socialistas madrileños planteamos a la sociedad para que nos ayude a mejorarla con un proceso de escucha activa de muchos sectores implicados. Para empezar, con las familias y los trabajadores. También queremos contar con las organizaciones de infancia y entidades sociales. Y por supuesto, con todos los grupos parlamentarios de la Asamblea de Madrid y el Gobierno de la Comunidad de Madrid.

Vamos a situar la educación y las familias como centro de gravedad de una alternativa política para Madrid basada en la solvencia y en la sensatez. La desatención y la insolvencia en la gestión de los servicios públicos es un riesgo para las familias, pero también para las oportunidades y la prosperidad de las generaciones más jóvenes. Un ejemplo reciente es el desastre en la gestión de algo tan importante como los “muy publicitados” centros bilingües en la Comunidad de Madrid, cuya realidad es que 822 centros bilingües de Madrid no realizan la prueba de nivel. Esto ha provocado un caos y un perjuicio a las familias y los alumnos ya que cada colegio deberá buscar una empresa acreditada que haga los exámenes. Solo el curso pasado, 60.000 alumnos y sus respectivas familias vieron que no podían hacer el examen ya que el concurso para la licitación quedó desierto. Por eso vamos a seguir elevando propuestas y debates en torno a la educación y a las familias.

Ojalá esta propuesta eleve el debate de la conciliación en España, ya que su novedad radica en el planteamiento de un servicio público que ya existe en municipios de nuestra región como en Fuenlabrada o Pinto y en otros países europeos como Bélgica, Alemania y Portugal. Es un servicio del que también se benefician ya los alumnos de centros concertados y privados y que también merecen tener las niñas y los niños que van a los colegios públicos.