Corea del Norte confiesa su papel en la guerra contra Ucrania y los expertos se apresuran a traducir su mensaje
"En muchos sentidos, esta relación se presenta cada vez más como la piedra angular de un orden mundial antioccidental".

El apoyo de Corea del Norte a Rusia en la guerra contra Ucrania dejó de ser un secreto a voces en abril para convertirse en motivo de exhibición pública, una narrativa que busca reforzar la legitimidad de la alizanza con Moscú y proyectar fuerza en el escenario internacional. La ceremonia de condecoración al líder supremo Kim Jong-un y su visita a un momumento en honor a los caídos, celebrada el pasado 23 de agosto, marcaron el último gesto simólico de este giro.
El cambio comenzó en abril, cuando Corea del Norte reconoció por primera vez el envío de soldados para ayudar a las tropas rusas a repeler una ofensiva ucraniana en la región de Kursk, tal y como ya habían avisado seis meses atrás las agencias de inteligencia de EEUU y Corea del Sur. Desde entonces, las fuerzas conjuntas de Moscú y Pionyang han recuperado parte del terreno perdido, un activo estratégico para el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en cualquier eventual negociación de paz.
Para Corea del Norte, que firmó un tratado de defensa mutua con Rusia en junio de 2023, los avances militares evocan la cooperación estrecha de la Guerra de Corea, cuando Moscú apoyó el levantamiento del régimen fundado por Kim Il Sung.
"Creo que esto refeleja, lamentablemente, los avances que las tropas rusas y de la RPDC han logrado sobre el terreno en el territorio de Kursk", manifiesta a Newsweek Victor Cha, presdiente de Corea en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS). "Han creado una narrativa de aliados victoriosos y el primer éxito de esta recién renovada relación basada en el tratado militar", añade.
Cha recuerda también que Pionyang fue mucho más reservado en un inicio: "Al principio, el progreso no era evidente, lo que llevó a los norcoreanos a no revelar nada. Pero ahora tienen clarísimo que están en complicidad con los rusos".
Una alianza histórica y sangrienta convertida en una "relación transaccional"
El vínculo entre Moscú y Pionyang no es nuevo. La Unión Soviética fue decisiva en la creación de Corea del Norte tras la Segunda Guerra Mundial y respaldó, junto a China, al régimen comunista durante la Guerra de Corea (1950-1953). Aunque los soviéticos enviaron pocos combatientes, su apoyo material y nuclear fue determinante.
Ese legado sigue muy presente. En una carta dirigida esta semana al ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, su homóloga norcoreana, Choe Son-hui, subrayó que "el pueblo de la RPDC siempre recuerda las hazañas internacionalistas realizadas por los oficiales y hombres del Ejército Rojo que derramaron su sangre en la lucha por la liberación de Corea".
No obstante, la cooperación actual va mucho más allá de la memoria histórica. Rusia obtiene de Corea del Norte municiones, misiles y tropas, mientras ofrece a cambio alimentos, combustible y tecnología militar. "Moscú ve una relación transaccional (…) y realmente no les importa lo que hagan los norcoreanos", comenta Cha.
Beneficios estratégicos para Kim Jong-un
Para el líder norcoreano, la alianza tiene un gran valor, según Jenny Town, investigadora principal del Centro Stimson: "Los beneficios varían desde posición política hasta apoyo a la modernización militar y nuevos niveles de cooperación económica transfronteriza". La experta asegura que este escenario demuestra "el enorme impacto que un país pequeño puede tener en la seguridad internacional, elevando su papel en el escenario global".
Town considera que la decisión de Kim de reconocer públicamente la participación en la guerra obedece a esos beneficios tangibles. "La guerra aún no ha terminado, pero con una mayor visibilidad sobre los beneficios de la relación bilateral, se creó una oportunidad para admitir ante el público nacional la profundidad de la cooperación militar", señala. "Ahora también permite a Corea del Norte honrar esos sacrificios, dando a los caídos una nueva narrativa de héroe", apostilla.
Más allá de Ucrania
El fortalecimiento de las relaciones entre estos dos países se produce en un contexto de tensiones globales crecientes. El presidente de EEUU, Donald Trump, ha propuesto recientemente un intercambio de territorios para poner fin a la guerra, en paralelo a su reencuentro con su homólogo ruso, Vladímir Putin, y sus intentos de mediar con Zelenski. Sin embargo, el margen de maniobra de Kiev se estrecha tras la pérdida de terreno en Kursk y los avances graduales de Rusia en el este.
Los analistas coinciden en que la relación entre Rusia y Corea del Norte se prolongará más allá del fin del conflicto. "En muchos sentidos, esta relación se presenta cada vez más como la piedra angular de un orden mundial antioccidental, lo que significa que la justificación subyacente de la cooperación persistirá", afirma Town.
