El ejército ruso acusa el agotamiento de reservas de vehículos blindados y recurre a autobuses escolares para transportar a los soldados
Además, se sabe que han recurrido a carros de golf fabricados en China, motocicletas bielorrusas, automóviles compactos Lada, furgonetas Bukhanka, antiguos camiones GAZ-69 y hasta patinetes eléctricos de alquiler.

Un autobús escolar amarillo avistado cerca de la línea del frente en la región de Donetsk, al este de Ucrania, se ha convertido en el último ejemplo palpable de la creciente dependencia de Rusia de los vehículos civiles para el transporte de tropas. Sí, el Ejército más fuerte de Europa, en transporte para niños.
Este cambio hacia vehículos civiles se debe a pérdidas significativas de equipos que superan la producción, y los vehículos blindados MT-LB están ahora completamente agotados en las reservas rusas.
Las fuerzas ucranianas, tras detectar el autobús -civil pero claramente con uso militar-, lo destruyeron con un dron explosivo; en ese momento, estaba estacionado o posiblemente varado en la zona de conflicto.
Según explica la revista Forbes, las fuerzas rusas utilizan cada vez más vehículos civiles, incluidos carros de golf fabricados en China, motocicletas bielorrusas, automóviles compactos Lada, furgonetas Bukhanka y antiguos camiones GAZ-69 como opciones de transporte militar. Incluso patinetes eléctricos de la industria de alquiler rusa y al menos una locomotora han sido reutilizados para fines bélicos, añade la información.
“Los vehículos civiles son mejores que caminar, pero obviamente no ofrecen protección ni fuego de apoyo”, explicó el analista Jakub Janovsky a Forbes. “Por lo tanto, los asaltos con ellos en lugar de vehículos blindados de combate (AFV) serán más costosos y más propensos a fracasar. Además, es poco probable que puedan atravesar trincheras, alambradas y otros obstáculos antiinfantería”.
Estos vehículos no blindados, a menudo convertidos en transportes de tropas improvisados, dejan a los soldados vulnerables a los drones y la artillería ucranianos, lo que resulta en un gran número de bajas, ya que incluso el fuego indirecto puede encender tanques de combustible o destrozar escuadrones con metralla.
Deterioro claro
A pesar de estos riesgos, los comandantes rusos priorizan la conservación de los vehículos blindados restantes para futuras ofensivas, lo que obliga a las tropas a depender del transporte civil, especialmente en áreas de alto desgaste como el sector de Pokrovsk en el óblast de Donetsk, lo que pone de relieve un deterioro sistemático de las capacidades de combate mecanizadas de Rusia.
Las pérdidas rusas verificadas durante 39 meses de guerra a gran escala incluyen 17.000 vehículos y otras piezas de equipo pesado, lo que excede la capacidad de producción de la industria de defensa de Rusia afectada por las sanciones, que puede producir aproximadamente 1.100 nuevos tanques y vehículos de combate de infantería al año.
Si bien el Kremlin inicialmente compensó las pérdidas con vehículos de la época de la Guerra Fría que tenía almacenados, esas reservas ahora son críticamente bajas. “Mucho de lo que queda está en un estado terrible”, dijo Janovsky a la revista económica.
También se vio a tropas rusas recurriendo al uso de caballos y burros en Ucrania para navegar por terrenos fangosos y evadir los drones ucranianos, lo que ha creado una “zona gris” de alto riesgo para el transporte convencional cerca de las líneas del frente.